¿Quién apagará la luz?

Peña Nieto: cuando presentó la iniciativa de Reforma Energética

Reforma Energética. Peña Nieto, presentando la iniciativa el 12 de agosto de 2013. Foto: Presidencia de la República.

¿Quién apagará la luz?

Por: Violeta Santiago

(México) El título de este artículo de opinión es una triste referencia a El último que apague la luz, una obra que trata sobre la extinción del periodismo, escrita por Lluís Bassets, director adjunto de El País. Pero no hablaremos del periodismo en esta entrada, aunque sí de una extinción.

El 11 de diciembre de 2013, México despertó con una notica que debería conmocionar a la sociedad: el senado de la república aprobó la reforma energética con 95 votos a favor y 28 en contra. Un día antes, se aprobaba la “Ley de Manifestaciones Públicas”, que fue propuesta por el diputado panista Jorge Sotomayor Chávez. Al panorama se le puede sumar la reelección consecutiva de diputados y senadores; el alza del 60% al boleto del metro y el movimiento que se ha generado a partir de esto, como forma de protesta, conocido en las redes como #PosMeSalto.

El malestar en el país es general y no se necesita ser un experto en la materia para darse cuenta de ello. Y la sociedad protesta, sale a las calles, participa en el #CercoASanLázaro, se salta los barrotes del metro, escribe en twitter, escribe columnas, se indigna. Y ¿después? El enojo, el coraje, está presente. Sin embargo, como otros movimientos en México, estas acciones parecen estar condenadas al fracaso: durante la mañana #ReformaEnergética era tema del momento. Por la noche, ya había desaparecido de las tendencias en Twitter. Eso no significa que las personas hayan dejado de hablar de ello. Pero los que escriben furiosamente en las redes ya se han de haber ido a dormir o estarán viendo su serie favorita. No lo sé. Incluso, su humilde textoservidora, es una activista de clóset, que en muchas ocasiones ha salido a las calles, pero que no ha cambiado nada.

Se extingue la lucha, aunque pareciera existir. Es, en realidad, pabilosa. Leía entre los contactos de mi timeline que se tienen las condiciones históricas adecuadas. Pero la realidad, y con base en las observaciones prácticas que se hace de ella, parece dirigirse a un futuro incierto. Son —somos— 110 millones de mexicanos; si tan sólo un 10% pidiera un cambio, podría cambiar el curso del país. ¿Qué es lo que ocurre en México? ¿Tendrá razón Gonzalo Martré, como lo ha plasmado en su cuento de ciencia ficción “Los antiguos mexicanos a través de sus ruinas y vestigios”?

“La pasión central de los mexicanos era destruirse entre sí y acabar con su país, lo cual consiguieron exitosamente al correr de los años.”

No habrá cambios mientras la sociedad permanezca narcotizada y enajenada, mientras no se vuelva prioridad y tema de discusión en la familia, en la casa, con los amigos… vamos, una prioridad. No. Es un tema que muchos toman para intentar parecer intelectuales, para profundizar en una fiesta con unas copas encima, para ganar seguidores de twitter. Me molesta la inactividad, me molesto conmigo misma y desearía salir a las calles, pero tampoco sé qué hacer. Y quizá ese es el mismo sentimiento que inunda los corazones y los pensamientos de miles, hasta millones de mexicanos en este instante.

Apatía, negación y autodesprecio

Se vive en un país donde cada día ocurren hechos de sangre, tan macabros y violentos, pero a los que ya nos hemos acostumbrado. Tan sólo hoy en la mañana, en una ciudad ubicada en un estado con ‘luna de plata’, donde su máximo dirigente asegura que “no pasa nada”, se enfrentaron —de nuevo— en medio de la calle dos grupos, con un resultado de 3 muertos. Eso, en el argot periodístico, diríamos que no es noticia: ya no tiene novedad. Qué son 3, cuando han ocurrido 40. Una mención en redes y quizá un espacio en interiores o “sucesos” o como sea que el diario le designe a su sección de nota roja.

México, donde la clase baja se siente de media y la media, alta, cuando no sabe que para pertenecer a la clase alta (AB) debiera tener ingresos mayores a los 85 mil pesos mensuales y eso sólo lo logra el 7.2% de la población, mientras que la clase media alta (C+) es representada por el 14%, la clase media (C) es el 17.9%, la media baja (D+) el 35.8%, la clase baja o pobre (D) es el 18.3% y finalmente, el grupo denominado en “pobreza extrema” (E) representa el 6.7% de la población (IMAI, 2009). A propósito, ilustro  con una anécdota —curiosamente vivida el día en el que se escribió este artículo— ese trastorno que tienen algunos mexicanos por sentir que pertenecen a una clase mayor, cuando la realidad del país es dolorosamente diferente:

Después de comprar alimentos, tomé el autobús que me deja cerca de casa, como siempre y desde los últimos cuatro años he hecho; pagué, mostrando mi credencial de estudiante y ocupé mi lugar. Detrás de mí se sentaron dos jóvenes, un chico y una chica, en quienes no reparé hasta que escuché decir al muchacho (con un acento, un tanto fingido): “O sea, el camionero me preguntó que si estudiante. Ni que fuera pobre”. Había sido un día difícil, en el que se había aprobado, por un grupo de personas sin escrúpulos, la entrega de los recursos energéticos del país a particulares nacionales y extranjeros, sumado a una burocracia universitaria en trámites que ya deseaba terminar. Ganas no me faltaron de girarme y decirle: “Ser estudiante no es ser pobre. Pero con tus argumentos demuestras la pobreza de tu educación”. Sin embargo, no lo hice. Aunque tenía ganas de levantarme y anunciar, cual vendedora de metro capitalino, “Señoras y señores, les vengo manejando la venta más grande que ha tenido este país”. Los jóvenes siguieron hablando y, aunque aumenté el volumen de la música para no escucharlos, se colaron entre las notas de la canción que sonaba palabras como “Indio con machete y rifle”. Al final, cuando por fin podía descender de la unidad, les he mirado y, sin pretender juzgar a nadie, observé lo siguiente: el chico en cuestión mostraba rasgos autóctonos, visibles en la pigmentación de su piel, su cabello y sus ojos; la forma del cráneo, la nariz, los labios; la complexión del cuerpo y la estatura. Pero de su boca salieron las palabras más contradictorias que en mucho tiempo había escuchado.

Los mexicanos —no todos— tienden a preferir creer estar bien —de hecho, mejor— que a darse cuenta de que no lo están. Comúnmente escucho frases como “pero el PRI no es tan malo”, “pues me pidieron la credencial y como la señora de la colonia llegó y me contó sus propuestas, pues creí que este era el bueno”, “pero si PEMEX no se va a privatizar”, “a mí en qué me afecta, yo no soy petrolero”, “deberían ponerse a trabajar”.

En las primeras líneas explicaba a qué se refería el título de este espacio de opinión, que espero no dejar en el olvido. Extinción. Se extingue la oportunidad de hacer un cambio, se muere con la indiferencia, la apatía, la incredulidad, la negación; se acaba con el desprecio de unos sectores hacia otros: el último estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) reveló que cerca del 40% de los mexicanos toleraría una limpieza social.

“Para algunos mexicanos la perfección misma estaba en el holocausto ecuménico.” Martré.

Materializar soluciones

Hace falta más que indignarse: hay que indignarse de verdad. No basta con generar tendencias en la red, hay que materializarlas. Aunque he de admitir, que cuando se escuchan personas como la de la anécdota o se observa la apatía que rodea  a tu entorno, las ganas se extinguen, pues nadie daría su vida, sus fuerzas, su integridad, por una nación “que no valía un cacahuate”.

Pero, vamos, que esto no es irreversible. Las leyes pueden volver a ser reformadas o derogadas. Al final, la soberanía reside en el pueblo y en él está, si deja reelegirse a los senadores (desde aquí, un ‘saludo’ a los 3 senadores de Veracruz que votaron sí a la #ReformaEnergética: @HectorYunes, @PepeYunes y @FYunesMarquez) que han dejado pasar las reformas y se permiten jugosos sueldos. Hay elecciones en 2015, pero sólo espero que en dos años no se le olvide al pueblo mexicano la traición de este día. Si el PRI vuelve a ser mayoría en dos años, si pueden más las tarjetas MONEX y las despensas con gorgojos, entonces se podría declarar extinta la capacidad de raciocinio del pueblo mexicano y habrá obtenido, para desgracia de todos sus habitantes, el maldito Gobierno que se viene mereciendo desde hace muchos años. Si tan sólo el pueblo entendiera que es él, el que tiene el poder, no estaría retrocediendo a un oscurantismo intelectual y, quizá, hasta literal: la luz, más cara; cuya última pregunta, despojada de toda esperanza   —cual puerta del averno— será: al final ¿quién apagará la luz?

Referencias

Martré, Gonzalo. (2002) “Los antiguos mexicanos a través de sus ruinas y vestigios”. En: Visiones periféricas. Link del cuento: http://axxon.com.ar/rev/159/c-159cuento12.htm

AMAI (2009) “Los niveles socioeconómicos y la distribución del gasto”. http://www.amai.org/NSE/NivelSocioeconomicoAMAI.pdf

Excélsior. (2013) “ONU: 49% toleraría la limpieza social”. http://www.excelsior.com.mx/nacional/2013/12/08/932596

Cuando tu MAC estropeada se parece a tu vida, parte 1.

And if somebody hurts you, I wanna fight
But my hands been broken, one too many times
So I’ll use my voice, I’ll be so fucking rude
Words they always win, but I know I’ll lose

And I’d sing a song, that’d be just ours
But I sang ‘em all to another heart
And I wanna cry I wanna learn to love
But all my tears have been used up

On another love, another love
All my tears have been used up

Esta historia es real. Y pueden verla desde el punto de vista que quieran. Quizá logren identificar la analogía de la parte tecnológica con la vida, quizá sólo lo vean como un manual para reparar su MAC, quizá sólo vean una historia más…

Empecemos.

Dice la graciosa e ingeniosa frase que en el mundo hay 10 personas: las que entienden binario y las que no. La verdad es que hay más ¿no? pero las personas tienden a definirse bajo ciertos parámetros. En el mundo de los ordenadores también hay diferentes sistemas (como personas), ya saben, los de toda la vida como Windows, Macintosh o Linux, sólo por mencionar los más conocidos, y dentro de ellos, aún más versiones: que si XP, Vista, Leopard, Lion… ustedes lo saben.

Bueno, resulta que un jueves por la noche mi MAC se estropeó. Recién había actualizado de Snow Leopard a Mavericks, pero esa noche varios programas comenzaron a colgarse, algo que no sucedía antes, así que la apagué y al día siguiente no pude volver entrar al sistema. Prendía y dejaba cargando la pantalla blanca. Ni qué decir que ni siquiera podía entrar en el ‘modo seguro’. Así que la llevé al soporte técnico, en donde checaron el disco duro —el cual estaba bien— así que el problema había sido un error en la actualización a Mavericks. Y como no había hecho una copia de seguridad antes de la instalación, la ‘solución’ fue simple y drástica: reinstalar el SO.

No quería perder —no todos— mis archivos, aunque la idea de borrar ciertos archivos del pasado resultaba tentador. Hasta como si fuera destino ¿no? Era como en Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, sólo que en esta situación tenía la posibilidad de eliminar, para siempre, algunos recuerdos que de otra forma, no sería capaz de hacerlo.

El chico de sistema técnico, tras comprobar el funcionamiento de mi disco duro, procedió a bootear desde un disco externo, en el cual estaba instalada una versión de Mavericks. Entró con cuenta propia y todo y ahí, sí, ahí en el escritorio figuraba mi disco duro y ¡oh, sorpresa! se podía acceder a él y extraer archivos. Sólo que aquí la susodicha no traía, y hasta con suerte, más que una memoria de 8 gigas. Fue el momento de decidir qué salvar: la tesis, los archivos de movilidad de mi año académico en Alemania, archivos de mi facultad, mis libros y un par de carpetas de fotos de un viaje de mochilazo de julio de 2013. Aunque suene absurdo, es increíble cómo una parte de tu vida se reduce a 8 gigas. ¿Que por qué la vida? Bien, todo (TODO) lo que he hecho éstos últimos cuatro años estaba guardado ahí y sólo ahí: miles de fotos (e imagínense, siendo fotógrafa, 50 gigas eran sólo de fotos), vídeos, ideas, historias, poemas, frases, recuerdos; cosas que nunca serán, cosas que apenas están en proceso, cosas que había que guardar…

Digamos que hay usuarios Windows que a veces se aventuran al sistema de la manzana, y éste es bueno, de hecho, buenísimo. Aunque también tiene muchos detractores; o lo amas, o lo odias. Lo curioso es que, aún los que dicen no quererlo, dentro de sí desearían tener uno. Algunas personas son así, como las MAC: muy complejas por dentro, pero simples y hermosas por fuera; sin adornos, pero funcionales; a veces reacias a ciertas aplicaciones basura, pero sacan lo máximo de lo que tienen a su alcance; tiene sus lineamientos y formatos, pero acepta con gusto a los otros; hace sus propias ideas, no la que otros crean para ellos; son delicadas y, a su vez, fuertes; y aunque no sucumben a los males que otras personas sí, tampoco son infalibles. También se equivocan, cometen errores, se cansan, se ‘reinician’, dejan de funcionar en algunos aspectos… Nada ni nadie es perfecto.

Regresé a casa con la computadora apagada. Ese fin de semana debía estar fuera, así que tuve que dejar la solución para el lunes, pues en el servicio técnico me habían dicho que podía acudir a sacar más archivos.

Llega el lunes y me acompañaba una chica de intercambio muy amable, quien me prestaría su computadora y disco duro, si funcionaba, para guardar mis archivos. Tras una hora de hacer fila para pasar con el técnico, que ese día era otra persona, y tener que explicarle de nuevo cuál era el problema, me dio —con algo de mala gana— el disco duro externo para acceder al mío y me dijo: “Tienes hasta las dos de la tarde para sacar tus archivos y sólo la memoria de 16”. Esos 16 GB se demoraron horas y al final, terminé como antes: sin mucho que rescatar.

Pero, no me daría por vencida.

Y a esa idea me aferré, casi sin esperanza y sin saber cómo, pero sólo creyendo. Alguna vez atrás pedí a alguien que hiciera un ‘salto de fe’ por mí, aunque no lo hizo. Ahora yo debía efectuar lo que alguna vez había pedido y, en lugar de resignarme, seguí buscando formas de rescatar algo que, aunque una parte —cobarde— de mí quería perder, el corazón no me dejaba simplemente perder.

Yo soy como esa MAC. También tuve errores, también se modificaron en mí ciertos ‘archivos’ que ya no me dejaban continuar correctamente. Estaba llena de cosas que no necesitaba y me faltaban otras tantas. Pero era incondicional. Pero así, de la noche a la mañana, el sistema se corrompió, como a veces sucede con las personas, y las cosas dejaron de funcionar. Y el usuario, Windows aventurado en MAC, de todas las opciones eligió la más fácil: dejarlo. ¿Por qué? Realmente no sé. Supongo que miedo, incertidumbre. Supongo que creer que dejando ese sistema tan bueno, pero complicado, dejaría de tener dolores de cabeza, sin saber que no se le puede echar la culpa de la propia infelicidad y problemas a los demás: el único responsable es uno mismo y a donde vaya, con el sistema que sea y en cualquier plataforma, problemas siempre habrá y es su forma de manejarlos y solucionarlos lo que crea su propio estrés.

Y así, con ese veredicto, nos quedamos Altair (mi Mac Book blanca) y yo con el corazón —porque el sistema es como uno— corrupto, bloqueado y con ganas de borrar todo (si es que tan sólo eso fuera posible para nosotros) y volver a iniciar desde cero. Bien, ese habría sido nuestro destino. Pero como ya lo he dicho, no suelo tomar decisiones normales ni actuar como las personas comunes.

Entonces surgió una esperanza. Pero, eso ya se los contaré en el siguiente post.

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A esta primera parte le he colocado la canción de “Another love” de Tom Odell, porque expresa precisamente el sentir que he expresado en estas líneas.

De hecho, les dejo dos clips de la misma canción del canal de Odell, ambos están muy bien realizados y son geniales.

 

Amlo.sí Fondo para twitter

Tomado de los archivos para compartir de Amlo.Si y la imagen de «Sonríe, vamos a ganar» hice este fondo para Twitter. Lo comparto, especialmente para la marcha del 20 de mayo en apoyo a AMLO. A continuación estaré haciendo otros fondos, imágenes, diseños incluso, propios, para apoyar y difundir el cambio verdadero para México.

¡Libertad y paz para México!

Amlo twitter

Contextos

Me encontré en el mismo día la misma imagen en dos contextos totalmente diferentes. Les cuento, ¿conocen esas imágenes que se comparten en facebook donde aparecen en un cuadro negro con algún texto? Bueno, sí, resultan graciosas y todo pero ¿no se han puesto a pensar que representan nuestra cultura? Es decir, cómo somos o pensamos.

No quiero generalizar, pero me entristece el hecho de que compartimos más tonterías que cosas interesantes. Se los dejo a su criterio. Quizá me digan «Bah, es sólo diversión». Pero añoraría que mis contactos compartieran más cosas como la imagen dos.

¿Y ustedes, qué opinan?

Imagen 1:

Imagen 2:

 

El diálogo que acompañaba a la imagen, trataba sobre una discusión entre filosofía y teología. Un relato (que existe, creo, en todos los idiomas) sobre la clase de filosofía de un maestro ateo y un alumno cristiano… cua, cua cua.

Como sea, mi punto es ¿qué es lo que hacemos y compartimos?

 

Hey, introduce el título aquí.

Escribir para ser libres. O al menos, eso creo yo. A veces la inspiración llega y estoy con suerte por tener el blog abierto, listo para que nada se escape. Cuando esto no pasa, he llegado a escribir algunas frases, en la misma mano. No puedes sentarte a escribir como si fuera un trabajo, por eso existen hoy en día tantos libros, pero tan poco memorables; «escritores» autonombrados, que juegan a crear con palabras rimbombantes, con el estilo de quienes leen, olvidándose que pueden hacer algo diferente.

Este es el primer post del año… En un viernes 13, el primero, y una fecha algo cabalística. Muy a lo que se cree, hoy es un buen día. Uno donde llueve y el viento corre. Uno excelente.

México… ¡Ah! México sigue igual; o peor. Peña Nieto sigue arriba en las encuestas. Acabo de ver un cartón de Notiver (Sí, ese, el emblemático periódico veracruzano de singulares títulos) A continuación:

La gente se queja de que «todos los políticos son iguales» o es indiferente con argumentos tales como «Ah, si nadie lee en México». Realmente no quisiera, no ahora, ahondar en este tema. Esta vez escribo con el deseo de expresar desilusión, pero también hacer notar que la culpa la tenemos nosotros.

Dejamos que nuestros hermanos, primos o amigos escriban mal y vean telenovelas todo el día, con la esperanza de tener la suerte de Pancho López. Ahora llamamos «amigo» a todo aquel, otrora desconocido, que nos dice un par de palabras «de onda» en Facebook. Falta pensar que si le llego a preguntar a algún crío de primaria sobre el milagro mexicano, crea que fue obra de la rosa de Guadalupe.

¿Qué pasa por nuestras cabezas? El que crea (de crear, no de creer) es criticado por personas que no hacen nada. ¿Por qué? Sencillo: siempre es más fácil no intentar un sueño que esforzarse por alcanzarlo.

Ayer tuve una de tantas conversaciones especiales, con alguien especial. Es de esas ocasiones que repites una canción por horas y olvidas lo que te paso en el día, si te duele algo o lo que vendrá mañana y dices «Me hacen libre los momentos así». Ayer regresó a mí la inspiración; digamos que… necesitaba un descanso.

Me entero de que arrojaron una cabeza afuera de la Casona en Veracruz, así como de que tenemos 5 de las 10 ciudades más peligrosas del mundo y en el Ranking de las 50, Veracruz y Monterrey son «las nuevas joyitas».

Soy una idealista. Algún día, aunque sea por momentos, seremos libres. Por cierto, no soy muy buena para los títulos y no quise caes en tonterías como «el primer post del 2012» o algo así. Lo dejo a criterio de cada quién.

¿Y a ti, qué te hace libre?

El resumen del 2011

Uff. Apenas y me ha quedado tiempo para esto, así que lo haré algo breve. Este año fue fantástico pero a su vez, difícil. Personas entraron a mi vida, otras se arraigaron y algunas más demostraron que no valen la pena. Pero quiero ser positiva, así que enumeraré las cosas guay del año.

Me fui a Alemania!!

Hice mi primer año en Twitter, Twitcams incluidas.

Entre las personas especiales del año están:  Isabel, quien es mi mejor amiga, mis eternos amigos: Chucho, Hugo, Cuba Isaac y Carlos. Desde Berlín, Nikolas, con quien pasé uno de los días más bonitos e incluso me llevó hasta el Olympiastadion!  También mis nuevos amigos: Beatriz, de España a quien conocí en Alemania y es una chica genial y en Twitter a Julian Hashlinger @Julianh85, con quien más twittee y escribí mensajes así como a @Lumosfera con quien platiqué de todo y nos debemos aún un telefonazo y @caserrafobia que hasta me fue a ver al aeropuerto antes de irme a Alemania y de paso nos conocimos en persona.

En cuestión de films, tanto nuevos como los que apenas descubrí, mencionaré: Donnie Darko, Inception, Garden State, Das Wunder von Bern, Black Swan y en series de TV me enamoré -literalmente- de One Tree Hill.

En videojuegos fue mi año más prolífico: Assassin’s Creed Brotherhood y recién salidito el Assassin’s Creed Revelations. También me hice de juegos como Velvet Assassins, Gears 2, Final Fantasy XIII y  jugué el Fifa 10, 11 y 12  y el Resi 5 durante todo el año. Como presente navideño me autoregalé la membresía gold… Ho ho ho.

En libros, inicié mi colección en alemán: Gespräche mit einem Vampir, Wolfsfährte, Carneval y un libro sobre comunicación que compré en el Museo Nixdorf de Paderborn.

En Música, uff es demasiada. Pero mi gran influencia fueron las canciones en One Tree Hill y el CD en vivo de Theatre of Tragedy: Last Curtain Call.

Profesionalmente escribí más artículos y columnas así como capítulos de mi novela.

Especialmente hay dos cosas que me marcaron este año: Twitter y el Alemán. En Twitter encontré un espacio como nunca antes había imaginado, así como muchas muchas personas geniales que no podría mencionar aquí por falta de espacio. En cuanto al idioma que amo, con el incomparable apoyo de mi familia, de la profesora Jacky y la coordinadora de mi centro de idiomas (UV), la Dr. Herrera, pude cumplir mi sueño de conocer y estudiar en Alemania. El destino fue Paderborn y debo recalcar que no sólo fueron de los mejores días de mi vida. Ahora me esfuerzo el doble para regresar, por lo que hice es test ÖSD B1 y bueno, aún espero resultados, pero espero que todo salga excelente y así en 2012 regresar a Alemania.

Feliz Año 2012!!!

 

Enrique Peña Nieto gana en una semana lo que un asalariado en un año.

Estaba en Twitter. Twitteando. De repente alguien me dice «Al del salario de EPN comparado con el mínimo… y viene a que es más de lo que dice ahí, según yo.» refiriéndose a la cita de la carta de Miguel Palacios a Paulina Pretelini, hija de Enrique Peña Nieto, la cual dice así:

Los hijos de la prole, querida Paulina, ganan en un año lo que tu padre gana en una semana.

Y tiene razón. Hicimos cuentas y alguien que gana lo de un salario mínimo al día, gana MENOS de lo que éste hombre se embolsaba en una semana como gobernador. Chequen.

Salario de EPN: 143,728.28 Fuente: CNN

Escenario 1:

México tiene más de 50 millones de pobres. 52 según CONEVAL hasta julio de 2011. Fuente: El Universal Cabe resaltar que la pobreza extrema aumentó en EDOMEX.

Cerca del 12% de la población vive en extrema pobreza, o pobreza alimentaria y sobrevive con cerca a un dólar por día.

Aprovechando que el dólar anda caro, vamos a tomar el tipo de cambio de 14.

14*365= 5110 Pesos por año.

Ahora, 143,728.28 al mes, entre 4 semanas: 35,932.07 pesos a la SEMANA que es el equivalente a 5133.15 pesos AL DÍA.

12% De la población de México gana EN UN AÑO lo que él un UN DÍA.

Escenario 2.

Un asalariado. El salario mínimo por una jornada de 8 horas como lo marca la ley, es deprimente. Vean: $59.89 el de la zona «A», el más alto. Fuente: SAT

Seamos generosos y contemos todos los días del año.

59,89*365= 21,859.85

Una persona que gana un salario mínimo AL DÍA, gana poco menos que lo que obtiene Enrique Peña Nieto en 5 DÍAS.

Apartado

Es triste, pero sobre todo preocupante, que la clase alta crea lo que cree del resto del país. Y más cuando se aspira a querer gobernar dicho país. La política como forma de hacer dinero debe dejar de existir. La política debe ser conocimiento para manejar una nación y mejorar la condición de vida de quienes son gobernados. No empeorarla. Políticos, cuando mueran ¿qué se llevarán? ¿Sus trajes Armani, Rolex en las muñecas y plumas mancuernas Mont Blanc? Nada. La respuesta es nada. Pero podrían hacer las cosas bien y entrar en la historia del país (y no la de los libros, la real, la de la sociedad, la del pueblo), no como ratas déspotas y autócratas sino como alguien que cambió el rumbo de una nación, con trabajo honesto, levantándola de sus ruinas y haciéndola esplendorosa como otrora fue.

Je mehr Deutsch, desto besser.

Hace más de un año, precisamente en mayo de 2010, yo no hablaba ni una palabra en alemán. No conocía su gramática, ni la entonación, ni siquiera la pronunciación de las palabras (los diptongos, las umlauts, la w,v, etc…)

Y ahora, el 2 de diciembre de 2011 hago el ÖSD B1. El Österreiches Sprachdiplom Deutsch.

Tiemblo como flan fuera del refrigerador en calor veracruzano. Y a la vez me siento más fuerte y orgullosa (orgullosa en el sentido de estar feliz de mi esfuerzo) que en otras ocasiones.

Y es que, para mi, es algo sumamente especial. Muchos tienen TOEFL, incluso el DELF/DALF (Francés) es bastante popular. Pero aplicar para esta prueba y no un A1 o A2, sino un B1, me llena el corazón.

El alemán es como una relación. Bueno mi relación amorosa lo es también. Pero la comparación la hago porque el alemán (como una relación) necesita tiempo, necesita que le dediquemos horas para entenderlo, para quererlo aún con sus extravagancias y amarlo por ser sincero y directo. Necesita que lo comprendamos y otras veces que no preguntemos por qué. El alemán necesita paciencia y esfuerzo, pero el fruto es el más dulce.

Ahora me dispongo a tomar un baño de agua caliente, quizá jugar una media hora al Starcraft 2 y entonces, a dormir. Mañana será un gran día. De esos que no se olvidan.

Aquí van depositados mis sueños, como una bolsa de semillas. Pero no en balde he estudiado como nunca en mi vida, con una dedicación total y con el amor como sentimiento que me impulsa, porque sí, el amor me hace querer aprender más del idioma de mi chico, para dentro de no mucho poder decirle con palabras más hermosa, cuánto vale él para mi.

Entre más alemán, mejor, para mi entonces.

Hace apenas unos días un pseudo intelectual comentó con gran simpleza cuestiones sobre la escritura y usó argumentos dignos de Kindergarten. Creo que la gente muchas veces es infeliz porque no consigue abrazar lo suficiente sus sueños. En vez de mirar a los que persiguen sus ideales y pensar que son unos locos, debemos concentrarnos en los nuestros. En vez de llenarnos la boca criticando a los demás, debemos ver primero dónde estamos parados. A mi qué, yo soy feliz. Me da tristeza simplemente la gente que se dice ser algo, que se dice ser inteligente por vomitar ideas que no nacen de sí mismos, que habla de creatividad pero no entiende las metáforas, que se dice ser diferente y se reúne en grupos de personas que también se dicen ser diferentes, y al final, son todos iguales.

Como sea, me he alejado del tema. Pero ahora, lo importante.

A continuación les dejo lo que comprende mi examen.

Bis denn!

Zertifikat Deutsch B1

Prüfungsziel

Für das Bestehen des Zertifikats Deutsch sollten Kandidatinnen und Kandidaten fähig sein, sich in vertrauten Situationen sprachlich problemlos zurechtzufinden.

Diese Prüfung für Deutschlernende ab 16 Jahre stellt den Nachweis der Fähigkeit zur selbstständigen Sprachverwendung in Alltags- und Berufssituationen dar.

Geprüft werden die Fertigkeiten Lesen, Hören, Schreiben und Sprechen.

Im Mittelpunkt steht die kommunikative Kompetenz, doch auch auf formale Korrektheit wird bereits geachtet.

Das Zertifikat Deutsch ist ein Gemeinschaftsprodukt des Österreichischen Sprachdiploms Deutsch (ÖSD), des Goethe-Instituts (GI), der telc GmbH und des Lern- und Forschungszentrums der Universität Freiburg/Schweiz.

Prüfungsteile

Leseverstehen und Sprachbausteine (90 Minuten)

Leseverstehen

Anhand von 3 Aufgaben wird globales, detailliertes und selektives Verstehen von unterschiedlichen Lesetexten aus Österreich, Deutschland und der Schweiz überprüft.

Texte: Artikel, Kurzmeldungen und Anzeigen aus Zeitungen und Zeitschriften

Aufgaben: Zuordnen von Überschriften zu Texten, Zuordnen von Situationsbeschreibungen zu Anzeigen, Erkennen der Hauptaussagen anhand einer vorgegebenen Auswahl

Sprachbausteine

In 2 Aufgaben werden implizit Grammatik- und Wortschatzkenntnisse überprüft.

Texte: Briefe oder E-Mails

Aufgabe: Füllen von Textlücken anhand einer vorgegebenen Auswahl

Pause (15 Minuten)

Hörverstehen (30 Minuten)

In 3 Aufgaben wird globales, detailliertes und selektives Verstehen von standardsprachlich gesprochenen Hörtexten aus Österreich, Deutschland und der Schweiz überprüft.

Texte: kurze Interviews und Stellungnahmen, Radiosendungen, Tonbandtexte, Durchsagen

Aufgaben: Erkennen von richtigen und falschen Aussagen

Schreiben (30 Minuten)

Unter Berücksichtigung mehrerer Leitpunkte muss ein privater (Antwort-)Brief verfasst werden.

Sprechen (15 Minuten)

Der mündliche Teil besteht aus 3 verschiedenen Aufgaben.

Mit dem Gesprächspartner/der Gesprächspartnerin sollen Informationen ausgetauscht werden, über ein vorgegebenes Thema berichtet und dazu Stellung genommen werden sowie etwas geplant oder vereinbart werden, zum Beispiel ein Ausflug oder Fest.

Hier kommt das Schicksal

Ich habe immer gedacht, jeder macht sein selbes Schicksal. Jetzt kommt meines. Es ist kompliziert zu erklären… Erste soll ich den Zeitplan machen, der für das nächste Semester ist. Dieses Semester hat nicht noch geendet und ich soll wissen welche Vorlesungen werde ich nehmen!

Das ist unglaublich… Ok. Aber das kompliziert es ist nicht das. Vielleicht, ob ich ein normales Mädchen, könnte ich ein ganzes normales Semester haben. Aber nein… Das Mädchen will ein Tausend Dingen machen: Sozialdienst, die Bearbeitung für das Austauschsemester, ah! und den Roman.

Ich bin ehrlich. Es mir egal. Ja, ich wohne fast fast in der Uni. Und? Ja, ich esse die erste Sache, die ich im Kühlschrank sehe, ich schlafe 5 Stunden pro Tag. Aber, ich bin glücklich ^^

Heute, jemand besonderer hat mir gesagt «Glücklich ist eine innere Zufriedenheit in sich zu haben». Naja, ich liebe stressend bin. Wirklich. Also, ich meine «nicht immer, natürlich» aber wenn ich viele Arbeite machen muss, habe ich immer alles fertig und gut gemacht.

Jetzt, z.B habe ich schlechte Laune. Hatte. Ich bin besser; es ist immer gut schreiben.

Ich gucke gerade meine Zeitplan… sie sieht sich nicht so schlimm. Ich werde die erste meiner Generation sein, die anmelden kann. Ja,ja… Ich weiß, es gibt immer einen Fehler von meiner Fakultät ¬¬ (Ich hoffe, dieses mal nicht!) und ich werde improvisieren sollen. Aber, ganz ok. (Immer positiv :D… -.-) Ich habe viele Chancen: mit dem Sozialdienst oder keinem, aber alles mit vielen Arbeit ^^.

Na, das wird gut. Nächstes Semester soll gut gehen. Und ich bin sicher, Nächster Jahr wird noch mehr super.

Hey, Zeit zu ruhen! Hier kommt der Schnee!

P.S: Viel Glück mit der pre-Anmeldung für mich.

Creer

Creer es, quizá, el sentimiento más fuerte que existe después del amor. De ahí viene la fe y todos sabemos cuántas cosas han ocurrido en el mundo en nombre de ésta. No es lo mismo que confiar. Son primos, sí, como el amor y el querer. La intensidad es lo que hace la diferencia.

No es fácil creer. Muchas veces ni siquiera podemos ver las cosas o palparlas y es ahí cuando realmente las sentimos difíciles. La inocencia de los niños permite creer aún en esas situaciones. Pero crecemos, nos hacemos conscientes de la condición humana y sus alcances, entonces tememos y no podemos creer. Creer en un mundo mejor, creer que la persona que está a lado de nosotros no nos hará daño, creer en el amor.

Aquí, mi paréntesis personal. Entiendo que una relación no va a ser siempre miel sobre hojuelas. Y cuando de por medio está el océano atlántico, bueno, qué puedo decir. Pero creo en esto. Y en él. Más que a nadie en el pasado y que en cualquier otra situación del presente.

No será fácil. Lo sabemos, debemos ser realistas. Pero mientras los dos creamos en esto, todo puede suceder. Alguna vez Steve Jobs creyó en sus sueños y logró cambiar el mundo como lo conocemos con sus grandes creaciones, haciendo de Apple más que una empresa, un estilo de vida.

Existen miedos, algunos infundados por las situaciones que he vivido y otro más, por la incertidumbre del destino. Ahora mismo debo buscar un trabajo, terminar mi semestre, seguir con la novela, buscar una editorial, aprender más alemán, certificarme en B1, mejorar el inglés, ver lo del servicio social, checar cuántas materias tomaré el siguiente semestre y que sean en un horario que me permitan hacer todo lo anterior en la lista, al mismo tiempo. Quizá también juegue al fut.

Ahora mismo disfruto uno de mis últimos domingos tranquilos. Viene una semana muy intensa. Y si no es así, un semestre que apenas me dejará tiempo para dormir y comer. Es parte de crecer. Si quieres algo, debes luchar por ello. Yo quiero luchar por esto porque si bien, he creído en cosas y personas muchas veces antes, esta noche y las que vienen, creo en el amor.

Habiendo dicho esto, sólo me queda agregar que creo firmemente en que regresaré.