El trabajo que les presento está hecho por mi; es una etnografía que realicé para la materia Cultura e Identidad en América Latina de la UV en la carrera de C. de la Com.
Agradezco a la banda de Fortaleza: Rito, Alex, Paco, Dash por su apoyo y tiempo para la realización de este proyecto.
¡¡Un abrazo a todos ellos!!
La publico con el propósito de que todos conozcan más sobre esta magnífica banda y como ejemplo de lo que es una etnografía. NOTA: Le he agregado imágenes a la versión del blog para hacerla más ilusitrativa, pero generalmente las imágenes se ponen en anexos ya que una de las características de la etnografía es la descripición y ALGUNOS DATOS han sido omitidos por seguridad. TODO EL TRABAJO ES PROPIEDAD MIA.
Sin más, les presento a continuación el primer capítulo de mi etnografía titulada: «Un Intruso en la Fortaleza».
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Un intruso en la
Fortaleza
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Trabajo realizado por:
Vicereine Stfeir
Facultad de Ciencias de la Comunicación de la
Universidad Veracruzana
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Índice
1.- Fortaleza: Banda de Metal Gótico de Veracruz
2.- Anabantha y la Dinastía Inmortal
3.- Discografía
4.- Conciertos y anécdotas
5.- El género gótico en Veracruz y México
6.- Los medios y las nuevas tecnologías como herramientas de difusión
7.- Desde el Corazón de la Fortaleza.
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1. Fortaleza: Banda de Metal Gótico de Veracruz
Mi hermano me llamó desde su habitación. Él acababa de llegar de Coatzacoalcos y me mostró un disco compacto envuelto en una cajita blanca. En el centro de dicha cubierta figuraba una “F” gariboleada en brillante rojo y debajo se leía “Fortaleza”. El título del disco era Una luz entre las sombras.
Había escuchado de ellos un par de semanas atrás. Eso fue a través de su página oficial, buscando bandas de música gótica mexicanas. Ahora tenía en mis manos su álbum. Al deslizar la cajita blanca estaba el estuche del CD, lo destapé y mi hermano colocó el compacto en el reproductor de la computadora.
Pero hasta ahí llegó mi experiencia con la banda. Un par de meses más tarde, antes de irme a estudiar al puerto de Veracruz, justo la mañana en la que salía con mis padres para allá, importé las canciones del disco a mi PC y luego lo sincronicé al iPod. Escuché un par de canciones.
Tan sólo al iniciar clases en mi primer semestre en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, el profesor de la materia de Cultura e Identidad en América Latina I nos dijo que como proyecto haríamos una etnografía. En mi vida la había escuchado y noté que mis compañeros estaban tan confundidos como yo. Para empezar debíamos buscar un tema para realizarla.
Unos días más tarde, estando en la facultad, cayó de forma aleatoria una canción de Fortaleza, La Mulata. Me gustó tanto que me pregunté por qué no las había escuchado antes y recordé que ellos eran de Veracruz puerto. Así que la tarde del primero de septiembre del 2009, tras meditarlo un par de horas, abrí la página oficial del grupo, copié la dirección de correo y escribí un mail explicándoles lo del proyecto. Dirían que sí o que no, pensé, la probabilidad es exactamente igual. Nada podía perder. Al siguiente día revisé la bandeja de entrada de mi correo electrónico y vi un mensaje de respuesta a nombre de Carlos Rubén Rito Nieto, líder del grupo. La respuesta era un sí y con mucha amabilidad me explicó que sólo era cuestión de ponernos de acuerdo.
Fortaleza, banda de Metal Gótico del puerto de Veracruz, está compuesta de seis integrantes:
Carlos Rubén Rito Nieto, “Rito”, es el líder y guitarrista del grupo. Muestra apariencia fuerte, es alto y de piel morena con cabello negro, largo y lacio. Su vestimenta en los conciertos se compone de pantalón y zapatos negros, con camisa de manga larga roja con estampados y chaleco negro. Es tranquilo y amable. Estudió en la capital del país Ingeniería en Electrónica y posee un postgrado en Mecatrónica. Rito ocupa una guitarra Ibáñez PGM301 Signature, con cuerdas D’ Anddario XL Níkel Round q-46, plumillas Dunlop 0.7 mm. Su canción favorita de Fortaleza es Ángel Eterno y la Leyenda del Tajín.
Javier Troncoso Delgado, es el otro iniciador del proyecto. Se encarga del bajo con un ESP LTD F405 y su canción favorita también es la Leyenda del Tajín. Javier es alto, de piel morena, con barba y bigote, cabello negro rizado y largo hasta el cuello. Su vestimenta se compone de pantalón y camisa sin mangas negra, hasta el cuello y con detalles al frente de tiras de tela horizontales que terminan con un botón dorado del lado izquierdo.
Paco se encarga de las percusiones y su equipo es una batería Yamaha Tour Custom, Baquetas Vic Firth Sb, Doble pedal TAMA Iron Cobra, Platillos Ziidjian, Splash de 5” y 10”, Hit Hat de 14”, Crash de 16” y 18” y China de 18”. Es un muchacho alegre, con gran sentido del humor. Su ídolo musical es Alfonso Andre de Jaguares y Mike Portnoy de Dream Theater, ambas sus bandas favoritas. Es alto y fuerte, con cabello negro y ondulado pero peinado con fijador hacia atrás, de modo que parece lacio. Tiene un piercing en la ceja izquierda y en las presentaciones va vestido de negro, con camisa manga larga del mismo color y con puños rojos que terminan en forma de pico.
La vocalista se llama Selene Cardel, pero es conocida como Helena. También es cellista y posee un cello checoslovaco. Es alta y de piel blanca, con el cabello teñido de rojo, lacio y largo. En cuanto a maquillaje es cargado en los ojos, con sombras fuertes y con un diseño del lado derecho del rostro, que parte del ojo. Usa vestido o falda con corset y botas.
Alejandro Salvador García González, mejor conocido como Alex, es el violinista. Ocupa un violín de Ludero Rodrigo Arboleyda y su canción favorita es La mano del Hombre y Una luz entre las Sombras. Es un joven alto, de complexión mediana y piel blanca. Tiene el rostro alargado con pómulos ligeramente marcados, ojos café medio y cejas largas. Su cabello es negro, ondulado y lo lleva largo hasta el cuello, con algunos mechones a la altura de los ojos y usa lentes. Su indumentaria consiste en zapatos, pantalón, camisa y gabardina negra con tiras horizontales a lo largo del pecho, de manga larga, abrochada hasta el cuello y abierta a la altura de las piernas hasta los pies. En ocasiones usa un antifaz dorado que le cubre la nariz y la parte superior del rostro.
El último integrante de la banda es Carlos “Dash”, que toca un teclado Korg PA60. Le gustan los Beatles, especialmente Paul McCartney. Es alto y delgado, de piel blanca, nariz perfilada y boca pequeña. Su cabello es negro y lacio y se peina con raya en medio. Viste pantalón, zapatos y camisa negra manga larga de terciopelo, con un estampado rojo con negro al frente y detalle tipo agujeta, también usa sombrero negro.
Durante un par de meses, primero por correo, luego por Messenger y al final por celular estuve platicando con Rito y Alex, puesto que no habíamos logrado ponernos de acuerdo para las entrevistas. Hasta que, el primer fin de semana de noviembre, el sábado 7, me dirigí al estudio de Fortaleza.
Rito estaba en la puerta y cuando llegué iba saliendo Javier. Arriba se encontraban Paco y Dash. Me presentó Rito y les explique lo del proyecto.
Entramos al estudio de grabación. Es una habitación divida en dos por una puerta y una pared que tiene un cristal grueso, permitiendo ver de afuera hacia adentro y viceversa. En la primera zona hay una mesa ubicada en la pared del cristal, en la que hay una computadora, bocinas y una consola y a lado, horizontalmente, hay un librero de madera en el que hay un estéreo, libros, torres de discos y cajas, igualmente se puede apreciar en la parte superior del librero, unas cajas de cartón rotuladas con los nombres de los discos de la banda.
Al otro lado de la puerta, es el lugar donde se efectúa la grabación. Tiene paredes de madera, con colchonetas aislantes de color gris acomodadas en ella y hay un pequeño letrero al centro, donde se lee “Shure, Shure, Shure”.
Rito se sienta frente a la computadora, Paco frente al librero y Dash se queda parado junto a la ventana mientras que yo me acomodo junto al escritorio, a espaldas de la puerta.
Es en este lugar donde “se hace la magia”, pues ellos mismos graban sus canciones y Rito las masteriza. Eso le da al grupo la posibilidad de grabar varias veces y escuchar cómo quedará la rola, hasta obtener el resultado deseado.
Aparte de esa entrevista con Paco, Rito y Dash, quedé de hacer otra con Alex, ya que él no le tocaba ir aún al estudio. Ocurrió el viernes 13 de noviembre, cuando cerca de las tres de la tarde le mandé un mensaje a su celular preguntándole “Que onda ¿puedo entrevistarte hoy?” y respondió que si podíamos vernos en un café, a las ocho de la noche. Llegué al lugar un poco después de la hora, pero él me había avisado que se retrasaría un poco. Pido un café óreo y en lo que repaso las preguntas, le veo llegar. Él también da su parte de la experiencia en la banda.
El sueño de Fortaleza nace en el 2004, cuando Rito y Javier tenían un proyecto en el que tocaban rock mexicano, pero decidieron incursionar al metal y comenzaron a contactar músicos que compartieran sus gustos. Sin embargo Rito afirma que en Veracruz la mentalidad es muy cerrada y que lo más pesado que se oye es el rock, entonces hablar de metal era muy underground.
La llegada de Paco, el tercero en unirse, la relata el líder de la banda con mucha gracia. Resulta que se habían quedado sin baterista y estaban buscando uno, entonces la mamá de Javier, el bajista, le dijo “Oye tu sobrino toca la batería. Háblale” Entonces le llamaron a Paco y él dijo “Sí, voy para allá”. “No se qué estaba haciendo” comenta Rito entre risas a lo que agrega Paco “De hecho no estaba haciendo nada”.
Sucedió de forma similar con la vocalista, porque ellos se encontraban buscando por Messenger, entre amigos y conocidos y una amiga de Helena le dijo “Oye, hay una banda que está buscando vocalista” y se quedó. Obviamente no es tan fácil, cuenta mi interlocutor, porque se va conociendo mucha gente y nunca es el primero que llega. Vocalistas tuvieron como ocho o nueve y bateristas fueron dos o tres, antes de los definitivos.
En cambio, la historia de cómo se unió Alex, el violinista, es diferente. Él mismo cuenta que en ese entonces su hermana menor, a la que le gustaba el rock, realizó una tocada en una fiesta de cumpleaños. A ese evento acudieron “los cuates, de un cuate, de un cuate” que traían sus instrumentos porque venían de tocar de otro lado y pidieron la oportunidad de echarse unas rolas. Cual fue su sorpresa cuando ellos tocaban música que a él le gustaba y que en ese entonces a su grupo social no. Y es que aunque tuvo amigos rockeros nunca encontró con ellos lo que él buscaba de la música. Hasta que escuchó a Fortaleza interpretando lo que a él le hubiera gustado tocar. La banda ya estaba completa, Alex fue el último en integrarse y al menos unas tres cuartas partes del primer disco ya estaba realizado, por lo que su trabajo se aprecia con más fuerza en el segundo material.
Rito dice que cuando pensaron en la banda, ésta debía tener guitarra, bajo, batería, vocalista y teclados pero que nunca se pensaron en un violinista. Todo vino a que ellos tocaron un cover de Mago de Oz y les faltaba el violín y ahí fue donde Alex se acercó y les dijo “Yo toco el violín” a lo que ellos le respondieron que fuera a los ensayos. Al día siguiente Alex estaba tocando en una misa, pues desde los quince años ameniza eventos, y otro guitarrista de la banda, el cual se salió en ese lapso, estaba de invitado y le escuchó tocar. Entonces se acercó y le pidió su número y tras un par de pruebas Alex ingresó a la banda.
—Hubo química. —Comentó Rito al respecto.
Dash se integró a Fortaleza porque el tecladista anterior, Yanko, salió de la agrupación en el lapso entre su primer y segundo material. Fortaleza estuvo probando con varios hasta que llegó él, que por cierto es de Córdoba; todos los demás son del puerto jarocho.
Lo más difícil, señala Rito, es encontrar a personas con gustos parecidos, pero la variedad también ayuda pues aunque existen comunes denominadores entre los integrantes, no les gustan las mismas cosas y eso es bueno ya que si a todos les gustara Iron Maiden, la banda sonaría como Iron Maiden.
De esta manera Fortaleza inicia su camino.
—El nombre… ¿Cómo surgió el nombre de Fortaleza? —le pregunto a la banda.
—De hecho fue al principio e hicimos lluvia de ideas —contesta Rito—. Nos sentamos los cuatro y todos empezamos a decir, a decir, a decir y ya, ahí salió. Y lo que me gustó de Fortaleza —continúa— es que Fortaleza, por el ritmo que es metal, se oye así y te imaginas “son fuertes” o “San Juan de Ulúa”, o algo así que queda acorde al metal y a Veracruz. Pero si tú buscas en el diccionario la primera definición que te encuentras es: una virtud que tiene el hombre para sobreponerse ante cualquier adversidad.
—¿Y quién fue el que dijo Fortaleza, entonces?
—No me acuerdo jajaja —rie— te digo, es que empezamos todos, todos, todos y ya después al revisar la lista vimos ¡Ah! Fortaleza. De hecho era Fortaleza Oculta, pero ya después se quedó Fortaleza aunque la página si quedó con el primer nombre.
El grupo empezó a tocar en XV años, patios de casas, en las fiestas a las que los invitaban…
—Bueno, ahorita ya hay tocadas. —Dicen—. Cuando íbamos a fiestas era llegar con todos los instrumentos, tus amplificadores, la batería… —les gana la risa.
—¿Y tú cargabas la batería? —le pregunto a Paco.
—Sí.
—¿Toda?
—Sí, me tocó llevar mi batería, casi por partes… —contesta Paco.
—Y ahí es donde los amigos sí contaban mucho —afirma Rito— porque no falta el amigo de “No, llévense mi carro” y todo eso, y pues la neta sin ellos no se habría podido hacer nada.
Después comenzaron a participaban en pequeñas tocadas locales, por ejemplo, frente al registro civil, donde les ponían sonido, luz y un escenario. Algunos de los amigos cercanos a la banda les decían que cómo podían tocar ahí y el guitarrista les respondía que aunque fuera poca la gente, siempre había algo de flota, que lo más importante era tocar pues para eso se hace una banda, porque tienes el deseo de hacer música y que cuando una persona se acerca al final de una presentación y dice “me gustó tu música”, ha valido la pena.
Cuenta la banda que nunca pensaron en tocar gótico como tal, sino que fueron una serie de circunstancias que los llevó al género. Por ejemplo, dice el líder, que antes de eso casi no conocía del gótico.
—Fíjate que no es que se haya escogido —me explica Rito— Lo que sí te decía es que antes, al menos yo, tocaba rock. Espero que tú también —Le dice a Paco.
—No, yo tocaba chunchaca —bromea Paco—. No… Sí tocaba rock.
—Y lo que sí dijimos fue: vamos a hacer una banda de metal. Pero se fue dando. Fue como… muy sincero. Has de cuenta como el violinista. No es que nosotros hayamos dicho, vamos a buscar un violinista porque… no, no simplemente fue de “Oye, toco el violín” y orale va. Igual, cuando entró la vocalista, nosotros buscábamos vocalista hombre pero fue esta chica que dijo “No pues yo canto” y bueno, no estamos cerrados a otras perspectivas.
Entonces comenzaron tocando rolas de Mago de Oz, pero al momento de interpretarlas no se parecían, eran como que otro rollo y se fue moviendo el género.
—¿Entonces Helena fue la que trajo el estilo gótico?
—No, porque ya estaban los teclados y luego el violín. Como que se fue dando.
—¿Fue el destino?
—Bueno, dicen que cuando te toca aunque te quites y cuando no, aunque te pongas. Fíjate que fue como la camada, pero yo siento que no es prefabricado. ¿Cómo decirlo? Si hoy en día hago mi banda de música gótica ahora sí que como que adopto un estilo ¿no? Pero en ese tiempo, hace seis años, no había gótico.
—No…
—Por eso digo que no fue así de “Vamos a hacer gótico”. Yo ni lo conocía… —exclama y se ríe—. Entonces pues empiezas a buscar y a ver y fue de así de como que nuestra música suena así.
—Entonces ustedes como tal, ¿no se consideran góticos?
—Pues no sé… es que es difícil jajaja. ¿Somos góticos? —le pregunta a Paco.
—Yo creo que somos Fortaleza. Más que gótico, más que heavy, somos Fortaleza. —Le responde él.
—Y metal —agrega Rito—. De lo que sí estoy seguro es que es metal.
Lo que ocurrió fue que como tocaban canciones de Mago de Oz, que tiene un vocal masculino, y Helena cantaba, por más buenos que fueran la gente se sacaba de onda.
Después de eso comenzaron a tocar covers de bandas más afines como Nightwish, Within Temptation o Epica. De Nightwish llegaron a tener cerca de 8 canciones como Getsemaní, Kignslayer, Wanderlust, Nemo o el Fantasma de la Ópera.
Aunado al estilo de la música, la vestimenta juega un papel importante.
—¿Eso ha reforzado la imagen gótica?
—Pues sí… es que es parte de un concepto. Por decir, ahora con el nuevo disco, pues ya viene…
—¿Otro color? —menciono, ya que el rojo había dominado en el segundo disco.
—¡Sí! Otro color… jajaja. —Reflexiona un momento y prosigue—. Más que nada es respeto al público. Yo estoy en contra de que los grupos se suban a tocar y no respeten al público tocando canciones mal o incompletas y no vistiéndose como tal, porque al fin y al cabo la gente está pagando por verte y escucharte. Por eso empezamos a crear un concepto, a vestirnos así, aparte de que estamos concientes de que nuestra música se oye oscura.
—¿Hay actitud?
—Yo creo que como dice Rito, es parte del show ¿no? —responde Paco—. Tú tocas un instrumento y te miras al espejo y no sé, empiezas a moverte y dices “me abro la camisa” y vas adoptando un personaje, creando un estilo, una imagen y a la gente le gusta lo que le puedas ofrecer. No se trata nada más de que el público vaya a un concierto a escuchar, necesitan ver. Porque si nada más vas a escuchar pues mejor te esperas a que salga el disco y lo compras.
En los conciertos, la banda procuran moverse, animar a la gente, quizá hacer una coreografía, tratar de hacer al público parte del momento, pues se han topado con bandas que incluso le dan la espalda a los espectadores o están de lado y con la cabeza hacia abajo. Por eso en el escenario, Fortaleza le sonríe al público, los ve de frente, invitándolos a que sean parte de su fiesta,
—Que no se vea que hay una fiesta abajo y otra arriba como dos antros en un mismo lugar, no. —Dice Paco—. Queremos que la música sea el motivo por el cual estamos reunidos.