Trolls y acceso a los derechos

Catalinapordiós

Por reclamar el derecho a la educación de su hijo, una madre se ha visto temporalmente desplazada y amenazada de muerte. Y es culpa de los trolls. Así como lo leen.

Axan es un niño de cuatro años que vive en la ciudad de Hermosillo, en el estado de Sonora, México y no puede estudiar. A pesar de que en México hay mil razones que dificultan el acceso a la educación de niños y niñas, a Axan le niegan su acceso a la educación por la razón más estúpida de todas: que trae el pelo largo. Axan no quiere cortarse el pelo. Es una de las primeras decisiones que toma sobre su cuerpo, como cuenta su mamá, A. de la Maza, quién le está enseñando la importancia de la autonomía corporal. A pesar de que la Constitución le garantiza a Axan su derecho a la educación, al libre desarrollo de…

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«Podría ser cualquiera de nosotros»

Por: Violeta Santiago
Contrario a lo que se espera de un día triste, el Sol brillaba con todas sus fuerzas y apenas algunas nubes níveas manchaban el cielo inmaculadamente azul. En el suelo, un charco de brillante sangre roja, tan diferente al cielo, manchaba el cabello de una mujer cuya única culpa esa mañana de domingo había sido salir temprano caminando por ese paraje solitario para llegar al trabajo.

Eran las 7 de la mañana. Domingo, día de descanso para la mayoría, no lo era para Karina Gómez García, de 35 años de edad. Esta mujer originaria de Las Choapas había llegado hasta Agua Dulce para buscar nuevas oportunidades, pero el crimen la encontró primero.

Pantalón de mezclilla azul, botas negras, cinturón rosa y camisa negra; la también estilista no buscaba combinar, sino ser eficiente, pues se preparaba para una jornada de largo trabajo en la tienda Dipepsa, en el centro de esta ciudad.

Quizá, si ya existiera aquel puente que tanto prometía en campaña  el tristemente célebre Daniel Martínez, ahora alcalde, Karina hubiera podido tomar un taxi y costearlo para llegar hasta su trabajo, pues al sólo existir circulación del centro hacia la factoría de Pemex, el taxi debe rodear toda la ciudad y el costo, obviamente, es muy alto.

Caminó. Las botas eran buena idea, pues así no entraría tierra en aquellos pies que habían recorrido un largo camino en estos últimos años. Sudaba. La vecina, Rosario, la había ido a buscar para cobrarle un dinero, pero ella ya estaba en camino a Dipepsa. ¿Traería el dinero consigo? ¿Habría sido buena idea?

Siete de la mañana y su mundo se acababa: presuntamente más de un sujeto la interceptó y la arrastró desde el lado izquierdo, en donde sí hay guarnición, hasta el lado derecho, en donde matorrales más altos que un hombre son el refugio perfecto para este tipo de crímenes.

Tal vez Karina no quiso soltar la bolsa y es que, vaya, ganarse el sustento en estos días es demasiado difícil, así que ¿cómo puede venir alguien simplemente a quitarte lo que con tanto esfuerzo has ganado? Pero dos estocadas mortales, amargamente dirigidas al cuello, le cortaron el flujo de ideas hacia su cabeza en ese momento. De ideas y de sangre.

La presión de la carótida al verse flagelada por el arma blanca no se hizo esperar. El corazón siguió bombeando, pero la sangre salía a chorros que empaparon su cabello, su rostro, el suelo y los matorrales alrededor, cual escena dantesca. Y ella, Karina, quedó boca abajo con la mano izquierda extendida y la derecha abrazándose a sí misma, un frío abrazo de la muerte.

Otras mujeres que también iban a trabajar, obligadas a salir a esa hora por aquel camino olvidado llamado camino A las Piedras, encontraron el cuerpo de Karina. Llegó la Comisión de Emergencias con Farid Tannos y Protección Civil, pero ya no había nada por hacer.

Entonces ocurrió lo que siempre ocurre en estos casos: la Policía Municipal estacionó la camioneta a un costado, colocó un hilarante cerco con cintas reflejantes y se limitó a estar ahí. Nada de operativos o búsqueda, como si la vida que se esfumó enfrente, minutos antes, no valiera nada.

Los curiosos se arremolinaron, aunque intentaban mantener su distancia. Los vecinos contaron que Karina era una mujer trabajadora que solía tener una estética en el centro de Agua Dulce, pero desde que entró a trabajar a Dipepsa cerró su local.

“Tiene tres hijos”, señalaban en tiempo presente, renuentes a la idea de que Karina nunca más volvería a saludar, a caminar por ahí, a ser su vecina. Uno de ellos, aseguran, está ciego; otro, joven, acude a la escuela; una hija más grande ya vive aparte.

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Pasan de las 8 y media de la mañana y comienzan a llegar otros cuerpos: Policía Estatal, Policía Ministerial y personal del Ministerio Público, pero hasta casi las 9 de la mañana arriban los peritos, quienes se ocupan más de quitar y poner cercos de cintas que de tomar las medidas al cuerpo de la occisa.

Se acercan todos a tomar fotografías. La voltean, se repite el proceso. Su cara está bañada en sangre y su cuerpo ya está invadido de hormigas que milimétricamente se llevan pedacitos de carne de regreso a sus nidos. La tapan, por fin, con una sábana forense azul.

Entre los matorrales se forman caminos cual laberintos. Ahí dentro, reportan, se encontraron las pertenencias de Karina Gómez: su bolso con maquillaje, objetos personales y su cartera, al parecer, intacta. El posible móvil de asalto implica que los sujetos se habrían espantado al herir a la mujer y habrían dejado la escena sin llevarse el dinero.

Sin mayor atención, las peritos ordenan que se levante el cuerpo mientras regresan al laberinto de maleza. Una bolsa de objetos de los forenses se coloca irrespetuosamente entre las piernas de Karina cuando ya está en la plancha. La retiran y entonces su cuerpo es cargado en la unidad de la funeraria Eben–Ezer y se va, para la autopsia de Ley. Son entonces, las 09:57 horas de la mañana y el aire huele a muerte.

Media hora más tarde, dos mujeres —sus cuñadas— lloran en la Cruz Roja. Saben, pero no han visto el cuerpo; tienen la presión altísima debido a la impresión y, apenas entre los sollozos, alcanzan a contar que Karina casi no había sido apoyada por su madre, por lo que ellas eran su apoyo. El esposo de la mujer muerta se gana la vida sacando arena “y él todavía no lo sabe”. La querían mucho y les duele tanto al grado de no poder decir más, pues las lágrimas dominan.

“Podría ser cualquiera de nosotros”, repetían los vecinos algunas horas antes al ver el cuerpo inerte de la trabajadora mujer.

En el Agua Dulce de hoy, sí, podría ser cualquiera, menos los funcionarios que pagan seguridad personal con el erario. Del resto, de las madres trabajadoras, de los obreros, de los estudiantes y de los adultos mayores, no hay quien los proteja.

Karina Gómez nunca será conocida por quien realmente fue; no podrá abrir el periódico del día y lamentarse de lo que sucede, pues ella es la víctima; nunca volverá a casa, ni podrá comer un helado, ni se quejará de que el agua no llegue a su colonia, ni de los caminos o la falta de alumbrado en El Bosque; Karina simplemente no asistirá a más festivales del día de la madre ni nunca volverá a cortar cabello porque está muerta.
Decía Rubén Espinosa, fotoreportero veracruzano asesinado: “La muerte eligió a Veracruz como su casa y decidió vivir ahí”.
Y, entonces, repican las voces alrededor de su cuerpo frío, a pesar del infernal calor hidrómilo: “Podría ser cualquiera”, pero le tocó a ella.
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Publicado el 17 de agosto en Diario Presencia Sureste

Prostitución en Agua Dulce: por placer y necesidad

Prostitución en Agua Dulce:
por placer y necesidad

Agua Dulce
Violeta Santiago

La prostitución es un oficio existente, presente y arraigado en Agua Dulce, en donde mujeres y hombres —preponderantemente originarios de Tabasco— llegan a esta ciudad a ejercer el ‘oficio más viejo del mundo’. No todos lo que están dentro de este mundo lo hacen por gusto, así como no todos los que lo ejercen, lo hacen con desagrado.

En la localidad existe más de un centenar de personas, de ambos géneros, que se ganan la vida de esa forma, muchas veces para mantener a sus hijos o continuar sus estudios. La mayoría trabaja independientemente, sin embargo, no se descarta la posibilidad de que existan ‘trabajadoras’ que operan bajo otras condiciones. De acuerdo con los registros municipales, una gran cantidad de las personas que ejercen en la ciudad provienen de Tabasco, al parecer porque eso les permite no ser identificadas en sus lugares de origen.

Diario Presencia presenta la primera parte de un reportaje especial en el que dos trabajadores sexuales —ambos géneros— narraron su historia, sus motivos, sus sueños y su día a día ejerciendo este trabajo, como una forma de exponer la verdadera vida detrás de la vida del sexo.

“PAOLA NICOLE”
No es su nombre verdadero, pero cuando comenzó a prostituirse le recomendaron que usara “un nombre artístico”. A esta mujer de 29 años y madre de cuatro hijos siempre le gustaron los nombres de Paola y Nicole y por eso, al comenzar a ejercer el oficio en Agua Dulce, se nombró así.

La vida de esta mujer fue dura desde el principio. A los 15 años la casaron porque ya no podían mantenerla en casa y sus padres recibieron a cambio algo de dinero por ella. La vendieron, pues. Ella fue objeto de malos tratos de la persona con quien la enviaron, así que un día escapó y regresó a casa de sus padres. En lugar de recibir apoyo, la tundieron a golpes y la mandaron de regreso con su esposo: “Les suplicaba y me decían que ya me habían casado”. De la relación con aquel sujeto engendró dos hijos —“que ni apellido les dio”— y un día, por fin, salió de ese infierno.

Algunos años más tarde, mientras trabajaba en una casa de familia como empleada del hogar, conoció a un señor con quien inició una relación. Él la llevó al psicólogo porque ella tenía trastornos de ansiedad y las cosas sencillas le producían miedo, a raíz de la vida que había llevado antes. Habían acordado que ella ya no tendría más hijos, pero —dice que a pesar de que se protegió— resultó embarazada en dos ocasiones más y al final, decidió irse con todos sus hijos.

Desde entonces, tuvo diversos trabajos como empleada doméstica, ayudante en una taquería y hasta asistente en una farmacia, pero no le alcanzaba para todos los gastos. “Luego se enferman los niños y no hay para medicinas”, pensaba ella cuando decidió aceptar la invitación que le diera una cuñada suya, que también se dedica a la prostitución.


DÍA CERO

Paola Nicole nació apenas en mayo de 2013. El primer día pensó lo peor y hasta lloró, pero se repetía para sus adentros: “Mis hijos se están muriendo de hambre”. Cuando entró al bar, le temblaban los pies. Se sentó con quien se convertiría en su primer cliente y, finalmente, le contó su historia; el cliente le regaló 500 pesos más.

Ella explica que en un día puede ganar hasta mil pesos y que ahora, incluso, está renovando su casa. Trabaja por cuenta propia, es decir, no tiene un “manager” o alguien a quien le rinda cuentas. Sobre su rutina, narra que comienza a trabaja alrededor de las 15:00 horas hasta cerca de las 6 de la mañana. A veces, con un poco de suerte, un cliente le invita de cenar. Si no, el dueño del bar donde trabaja les ofrece comida y alojo, sin costo alguno.

Una salida por tres horas tiene un costo de 300 pesos y si ya no quieren regresar, cuesta 500. Esa es la cuota para poder salir del bar, el cliente debe, además, pagar el “servicio”, que asciende en hasta 1500 pesos, máximo.

A veces ha llegado a tener problemas con los clientes, sobre todo cuando consumen mucha cerveza y no quieren saldar la cuenta. Ella explica que lo mejor es hacer que beban mucho, ya que, además de que no están tan despiertos “al momento del servicio”, ellas también reciben una comisión por la venta de las bebidas alcohólicas.

En una quincena llega a obtener hasta 9 mil pesos, así que trabaja quince días y descansa quince, que aprovecha para viajar a su natal Cunduacán, Tabasco, en donde se encuentran sus hijos: tres niñas y un varón, en edades que oscilan entre los 14 y los 6 años.

“Paola Nicole” les explica que trabaja en una compañía —por eso el sueldo y las jornadas de trabajo— y procura vestir como lo hacía de antaño. Al respecto, ella misma cuenta que la ropa que ocupa “Paola Nicole” no es demasiado sugestiva ni tampoco es lo que suele usar normalmente; es algo así como un punto intermedio. Está consciente de que sus hijos crecen y ella misma enuncia que “hay hijos que sí te entienden, pero hay hijos que te juzgan”.

Por esa razón está ahorrando para emprender su propio negocio, una ‘tiendita’, quizá. Sabe que estar en ese mundo también la expone a estar cerca del crimen organizado, “pero a veces te tienes que arriesgar”. No obstante, por esa razón también espera dejar de ejercer pronto: “Conozco muchachas a las que sí les gusta esa vida, pero a mí no me gusta para estar toda la vida; si a mí me pasa algo, mis hijos se van a quedar sin madre”.

LA CITA DE LOS VIERNES
El departamento de Salud Municipal recibe cada viernes a las ‘muchachas’ —como se les llama, cariñosamente— que acuden a hacerse una revisión rutinaria para comprobar que estén libres de enfermedades de transmisión sexual u otros padecimientos.

Una “chica” nueva lleva dos copias de la credencial de elector, de la CURP, del acta de nacimiento y una foto tamaño infantil para que se le otorgue la tarjeta, que es con lo que se lleva el control de las personas que trabajan este oficio. Si llegasen a resultar positivas en alguna prueba, se les retira la tarjeta y, si el inspector las sorprende trabajando sin tarjeta, reciben una llamada de atención. Entre las pruebas a las que se someten se incluye un exudado vaginal y análisis para detectar el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

El número de personas que se dedican a la prostitución en Agua Dulce es variable, puesto que durane las temporadas vacacionales tiende a subir. Actualmente —mayo de 2014— se tienen registradas 131 personas, entre hombres y mujeres, según el padrón del departamento de Salud municipal que dirige la psicóloga Maribel Arévalo González.

Hay un inspector que se encarga de acudir a los bares a comprobar que las personas que estén trabajando estén empadronadas y tengan su tarjeta vigente. Para poder ejercer, ellas pagan al Ayuntamiento 70 pesos semanales, es decir, que —entre todas— se convierten en un importante y constante ingreso mensual para las arcas municipales: en un año, la prostitución le suma a la hacienda pública más de 350 mil pesos.

“CRISTAL”
Tiene el cabello largo, los ojos delineados, trae chanclas tipo ‘pata de gallo’ y es muy amable; se hace llamar “Cristal”, a quien se le puede referir con el género femenino y tras un poco de charla, con mucha naturalidad accede a contar su historia.

A los 11 años admitió que sentía atracción por su mismo género y cuando lo hizo, tuvo problemas con su familia, que dejó de apoyarlo para que continuar sus estudios en Huimanguillo, Tabasco.

Con tan sólo 16 años, viajó hasta la ciudad de Agua Dulce, Veracruz, y comenzó a trabajar como ayudante y mozo de limpieza en un bar llamado “El Rodeo”. Poco después se convirtió en mesero y también comenzó a “fichar”; al respecto, comenta que él ya había mantenido encuentros con hombres, así que no fue algo nuevo para él: “Nunca he negado eso” —señala sobre su orientación sexual—, “yo lo decidí, ya me acostumbré”.

Una salida de tres horas le costaba al cliente 500 pesos más el “servicio”, que variaba entre los 500 y 700 pesos. Al día llegaba a tener hasta 5 clientes sólo para acompañar bebiendo y entre 2 a 4 “servicios” a la semana.

“Cristal” narra que nunca ha sido agredida en la ciudad, aunque sí nota que hay una doble moral y cuenta que en ocasiones ha visto a algunos de sus “clientes” en la calle con su familia —esposa e hijos—, pero que ambas partes se ignoran: “En Agua Dulce sí hay demanda. A veces lo hacen por experimentar o porque les gusta; pero lo que se hace ahí, ahí se queda”.

UNA NUEVA VIDA
Desde hace tres años —él tiene 24 años— labora en otro bar, pero se encarga de administrar el lugar y de la contaduría. Acude de las 12 del día a las 11 de la noche y descansa lunes y sábado. “Sí, llega la gente de día”, comenta sobre el horario en el que acude a trabajar y agrega que en el lugar donde está ahora no se permite la entrada a mujeres al bar, a menos que sean meseras.

“Cristal” estudió la secundaria mientras vivía con su familia, antes de que confesara su orientación sexual. Después de haber dejado la casa y dedicarse a la prostitución, estudió la preparatoria abierta que ofrece el Instituto Veracruzano de Educación (IVE). Actualmente se encuentra en el segundo semestre de Ingeniería Ambiental en el Instituto Tecnológico Superior de Villa La Venta (ITSLV), Tabasco, en el sistema abierto.

Ha hecho las pases con su familia y dice que ya lo aceptó su papá, aunque no se hablen muy seguido. A la universidad, “Cristal” acude vestida con ropa normal y maquillada y se refieren a ella con ese nombre o también con su nombre real. Trabajar en el bar le permite costearse la matrícula, el transporte y los útiles escolares; pero señala que cuando se reciba como ingeniero, le gustaría trabajar en lo que estudió y entonces se cortará el cabello, se dejará la barba, utilizará ropa de hombre y dejará de ser “Cristal” —aunque no dejará de ser homosexual—, para retomar su nombre real, que ha permanecido oculto de este mundo en los últimos años.

VERACRUZ Y LA HOMOFOBIA
Susana Silvia Jácome, una activista integrante del Colectivo Xalapeño por la Diversidad Sexual, señaló que en Veracruz han aumentado los crímenes contra homosexuales mientras que la Procuraduría de Justicia del estado califica de manera constante —casi un 90% de los casos— que esos actos “fueron por asuntos pasionales, pero no por otras causas”, colaborando a que los crímenes por homofobia se mantengan y sus accionarios queden impunes.

De acuerdo con los datos que la organización ha recabado en los últimos dos años, en el estado han sido asesinados “más de 50 homosexuales, especialmente travestis o transexuales, que se dedicaban al servicio de prostitución”, ocupando entonces Veracruz el tercer lugar nacional en crímenes por homofobia.

La legislación sobre el tema en Veracruz continúa rezagada, especialmente, dice la activista, por la presión que ejercen grupos católicos y evangélicos sobre los diputados, razón por la cual no ha sido tipificado este tipo de delito y aún no se ha presentado una iniciativa sobre la Ley de Sociedad de Convivencia, que reconozca el matrimonio entre las personas del mismo sexo.

Hasta la fecha, en el Palacio Municipal de Agua Dulce se mantiene un letrero de cartulina en planta baja que reza lo siguiente: “Al público en general se les informa que no está permitido el acceso en short a esta institución. Gracias”. Personal que labora en el lugar explicó que la decisión presidencial fue, principalmente, para evitar que las sexoservidoras ingresaran al Ayuntamiento, porque acudían con vestimenta “no apropiada”.

Los cientos de hombres y mujeres que se dedican a la prostitución siguen acudiendo al Palacio Municipal para su cita de los viernes. Acuden por un pasillo lateral y les espera una persona de Tesorería para que no ‘tengan’ que entrar en el recinto, previa orden de la Secretaría del Ayuntamiento.

Así, “Paola Nicole”, “Cristal” y una larga serie de nombres ficticios y llenos de glamour que buscan enmascarar la solitaria y difícil vida que llevan, van y vienen al margen del día, de la sociedad, de los gobernantes, pero sobre todo de ellos mismos, con tal de aspirar a un mejor futuro, cumplir sus metas y llenarse el estómago en un México que rezuma olvido, inseguridad y pobreza.

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La prostitución le ha permitido a “Cristal” pagarse los estudios universitarios y afirma que desea dedicarse a lo que ha estudiado y abandonar ese mundo.AD1905_prohibición

El Ayuntamiento hidrómilo interpuso esa prohibición, en primer lugar, por el hecho de que las trabajadoras sexuales acudían con vestimenta “inadecuada” a pagar semanalmente a tesorería.

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Paola Nicole señala que la prostitución fue una opción desesperada para mantener a sus cuatro hijos.

 

Nota: Esta pieza fue publicada en dos partes en el Diario Presencia Sureste de la ciudad de Las Choapas, Veracruz. Como en la publicación digital se encuentra en dos partes se ha cargado aquí para tener el texto completo, que además tuvo una ligera edición, sin embargo, el contenido en general se respeta de forma prácticamente íntegra a como fue publicado.

 

 

Sólo en Islandia: (Ð,ð) y (Þ,þ)

¡Interesante!

Animal de Ruta

Estuve de visita por Islandia. Sabía que hablaban islandés e inclusive escribí un post acerca del origen de origen de las lenguas germánicas (donde estaba incluido el islandés como una de las lenguas nórdicas occidentales). Lo que no sabía es que tenían «letras raras». Hablaremos un poquito de ello a continuación.

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Los números de 2013

Los duendes de las estadísticas de WordPress.com prepararon un informe sobre el año 2013 de este blog.

Aquí hay un extracto:

La sala de conciertos de la Ópera de Sydney contiene 2.700 personas. Este blog ha sido visto cerca de 28.000 veces en 2013. Si fuera un concierto en el Sydney Opera House, se se necesitarían alrededor de 10 presentaciones con entradas agotadas para que todos lo vean.

Haz click para ver el reporte completo.

The best of 2013!

Bien, este año ha sido increíble. Han ocurrido muchísimas cosas que nunca antes me hubiera imaginado. He visitado lugares muy lejanos y bonitos; algunas personas se han ido, otras han permanecido, unas más han llegado, y algunas otras regresaron. Ha sido un año lleno de retos, de momentos muy duros, tristes y difíciles, pero de otros días mejores, llenos de luz, amor, bondad, paz, libertad… He reencontrado amigos, me he despedido de otros que no lo eran; he perdonado y olvidado; he sonreído sin más. Conocí la nieve, escalé una montaña, trepé árboles, practiqué deportes extremos, leí muchos libros, conocí nuevas bandas, me enamoré de nuevas canciones, me reencontré a mí misma, recuperé mis ganas de soñar y de luchar. Viajé muchísimo, conocí —por fin— la Ciudad de México; mi Bayern tuvo un año genial y los volví a ver jugar en vivo; descubrí un hobby nuevo; vi muchas películas geniales que no conocía. Encontré al chico más valiente, con un corazón puro, expresivo y lindo que alguien haya podido desear alguna vez: Emmanuel. Escribí mi tesis. Jugué al fut. Corrí más y más rápido. Me deprimí alguna vez. Volví a sonreír. Un buen año.

Bien, antes de pasar a mi Top de música, videojuegos, libros y películas, quisiera mencionar y agradecer a unas personitas que son muy importantes para mi: a mi hermano, Alfre; mi novio, Emmanuel (¡te amo!); mis mejores amigas, Isabel, Corazón y Karen; mis amigos de toda la vida, Hugo, Chucho, Cuba y Martín. Y a todos los que me han acompañado, ya sea a través de Twitter o en la vida real. ¡Gracias a todos los que han estado este año conmigo!

Vale, entonces ¿están listos? Here we go!

Top 10 Música 2013

Mis favoritas de este año; algunas no necesariamente son nuevas.

1. Brennisteinn — Sigur Rós.

Con esta canción conocí a la banda, me animé a aprender islandés y fue la primera de una larga cadena de eventos destinados a conocer al amor de mi vida. Por eso, se merece el primer lugar.

2. Wonderwall — Oasis

3. Another Love — Tom Odell

4. Fyrsta — Sigur Rós

5.  Forever is the World — Theatre of Tragedy

6. Irgendein Arsch ist immer unterwegs — Lacrimosa

7. All good things come to an end — Nelly Furtado

8. Time — Hans Zimmer

9. Von — Sigur Rós

10. Porno — Arcade Fire

Top 5 Videojuegos (Lo que he jugado este año)

1. Battlefield 3

Multiplayer genial, el mejor en su género. Ahora ya salió el BF4, pero el 3 me hizo pasar muchas horas buenísimas.

2. Sacred 2

3. Resident Evil 6

4. Batalla en Tierra Media (PC)

5. Super Mario Bros (SNES) >.<

Top 10 libros (de lo que he leído en 2013)

1. Un final perfecto — John Katzenbach

Para mí, de las mejores obras de Katzenbach. Narración magistral de principio a fin, que mantiene el suspenso desde el comienzo. Un desenlace que me ha hecho soltar algunas lágrimas.

2. El juego de Ender — Orson Scott

3. Al calor del verano — John Katzenbach

4. Lestat el Vampiro — Anne Rice

5. El profesor — John Katzenbach

6. Visiones Periféricas, Antología de Ciencia Ficción Mexicana

7. Un oficio de fracasados — Rodolfo Serrano

8. El viento distante — José Emilio Pacheco

9. El hombre equivocado — John Katzenbach

10. El médico — Noah Gordon

Top 5 películas (vistas este año)

1. El Hobbit: la desolación de Smaug

¡Sin palabras! Ahora a esperar un año para el final >.<

2. Into the wild (2007)

3. Star Trek: Into the darkness

4. Donnie Darko (2001)

5. Django

Top 5 de mejores momentos del 2013

1. Un hermoso momento en el lago de Chapultepec (Donde ha comenzado todo :D) con mi novio, Emmanuel y haber estado con él durante la culminación de su carrera. Y bueno, de hecho, cada día con él. ❤

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2. Visitar la ciudad de México con una de mis mejores amigas, Corazón. 😀

3. ¡Terminar la carrera!

4. Europareise.

5. Ver al Bayern contra el Borussia Dortmund en el Signal Iduna Park, en Dortmund, Alemania.

¿Quién apagará la luz?

Peña Nieto: cuando presentó la iniciativa de Reforma Energética

Reforma Energética. Peña Nieto, presentando la iniciativa el 12 de agosto de 2013. Foto: Presidencia de la República.

¿Quién apagará la luz?

Por: Violeta Santiago

(México) El título de este artículo de opinión es una triste referencia a El último que apague la luz, una obra que trata sobre la extinción del periodismo, escrita por Lluís Bassets, director adjunto de El País. Pero no hablaremos del periodismo en esta entrada, aunque sí de una extinción.

El 11 de diciembre de 2013, México despertó con una notica que debería conmocionar a la sociedad: el senado de la república aprobó la reforma energética con 95 votos a favor y 28 en contra. Un día antes, se aprobaba la “Ley de Manifestaciones Públicas”, que fue propuesta por el diputado panista Jorge Sotomayor Chávez. Al panorama se le puede sumar la reelección consecutiva de diputados y senadores; el alza del 60% al boleto del metro y el movimiento que se ha generado a partir de esto, como forma de protesta, conocido en las redes como #PosMeSalto.

El malestar en el país es general y no se necesita ser un experto en la materia para darse cuenta de ello. Y la sociedad protesta, sale a las calles, participa en el #CercoASanLázaro, se salta los barrotes del metro, escribe en twitter, escribe columnas, se indigna. Y ¿después? El enojo, el coraje, está presente. Sin embargo, como otros movimientos en México, estas acciones parecen estar condenadas al fracaso: durante la mañana #ReformaEnergética era tema del momento. Por la noche, ya había desaparecido de las tendencias en Twitter. Eso no significa que las personas hayan dejado de hablar de ello. Pero los que escriben furiosamente en las redes ya se han de haber ido a dormir o estarán viendo su serie favorita. No lo sé. Incluso, su humilde textoservidora, es una activista de clóset, que en muchas ocasiones ha salido a las calles, pero que no ha cambiado nada.

Se extingue la lucha, aunque pareciera existir. Es, en realidad, pabilosa. Leía entre los contactos de mi timeline que se tienen las condiciones históricas adecuadas. Pero la realidad, y con base en las observaciones prácticas que se hace de ella, parece dirigirse a un futuro incierto. Son —somos— 110 millones de mexicanos; si tan sólo un 10% pidiera un cambio, podría cambiar el curso del país. ¿Qué es lo que ocurre en México? ¿Tendrá razón Gonzalo Martré, como lo ha plasmado en su cuento de ciencia ficción “Los antiguos mexicanos a través de sus ruinas y vestigios”?

“La pasión central de los mexicanos era destruirse entre sí y acabar con su país, lo cual consiguieron exitosamente al correr de los años.”

No habrá cambios mientras la sociedad permanezca narcotizada y enajenada, mientras no se vuelva prioridad y tema de discusión en la familia, en la casa, con los amigos… vamos, una prioridad. No. Es un tema que muchos toman para intentar parecer intelectuales, para profundizar en una fiesta con unas copas encima, para ganar seguidores de twitter. Me molesta la inactividad, me molesto conmigo misma y desearía salir a las calles, pero tampoco sé qué hacer. Y quizá ese es el mismo sentimiento que inunda los corazones y los pensamientos de miles, hasta millones de mexicanos en este instante.

Apatía, negación y autodesprecio

Se vive en un país donde cada día ocurren hechos de sangre, tan macabros y violentos, pero a los que ya nos hemos acostumbrado. Tan sólo hoy en la mañana, en una ciudad ubicada en un estado con ‘luna de plata’, donde su máximo dirigente asegura que “no pasa nada”, se enfrentaron —de nuevo— en medio de la calle dos grupos, con un resultado de 3 muertos. Eso, en el argot periodístico, diríamos que no es noticia: ya no tiene novedad. Qué son 3, cuando han ocurrido 40. Una mención en redes y quizá un espacio en interiores o “sucesos” o como sea que el diario le designe a su sección de nota roja.

México, donde la clase baja se siente de media y la media, alta, cuando no sabe que para pertenecer a la clase alta (AB) debiera tener ingresos mayores a los 85 mil pesos mensuales y eso sólo lo logra el 7.2% de la población, mientras que la clase media alta (C+) es representada por el 14%, la clase media (C) es el 17.9%, la media baja (D+) el 35.8%, la clase baja o pobre (D) es el 18.3% y finalmente, el grupo denominado en “pobreza extrema” (E) representa el 6.7% de la población (IMAI, 2009). A propósito, ilustro  con una anécdota —curiosamente vivida el día en el que se escribió este artículo— ese trastorno que tienen algunos mexicanos por sentir que pertenecen a una clase mayor, cuando la realidad del país es dolorosamente diferente:

Después de comprar alimentos, tomé el autobús que me deja cerca de casa, como siempre y desde los últimos cuatro años he hecho; pagué, mostrando mi credencial de estudiante y ocupé mi lugar. Detrás de mí se sentaron dos jóvenes, un chico y una chica, en quienes no reparé hasta que escuché decir al muchacho (con un acento, un tanto fingido): “O sea, el camionero me preguntó que si estudiante. Ni que fuera pobre”. Había sido un día difícil, en el que se había aprobado, por un grupo de personas sin escrúpulos, la entrega de los recursos energéticos del país a particulares nacionales y extranjeros, sumado a una burocracia universitaria en trámites que ya deseaba terminar. Ganas no me faltaron de girarme y decirle: “Ser estudiante no es ser pobre. Pero con tus argumentos demuestras la pobreza de tu educación”. Sin embargo, no lo hice. Aunque tenía ganas de levantarme y anunciar, cual vendedora de metro capitalino, “Señoras y señores, les vengo manejando la venta más grande que ha tenido este país”. Los jóvenes siguieron hablando y, aunque aumenté el volumen de la música para no escucharlos, se colaron entre las notas de la canción que sonaba palabras como “Indio con machete y rifle”. Al final, cuando por fin podía descender de la unidad, les he mirado y, sin pretender juzgar a nadie, observé lo siguiente: el chico en cuestión mostraba rasgos autóctonos, visibles en la pigmentación de su piel, su cabello y sus ojos; la forma del cráneo, la nariz, los labios; la complexión del cuerpo y la estatura. Pero de su boca salieron las palabras más contradictorias que en mucho tiempo había escuchado.

Los mexicanos —no todos— tienden a preferir creer estar bien —de hecho, mejor— que a darse cuenta de que no lo están. Comúnmente escucho frases como “pero el PRI no es tan malo”, “pues me pidieron la credencial y como la señora de la colonia llegó y me contó sus propuestas, pues creí que este era el bueno”, “pero si PEMEX no se va a privatizar”, “a mí en qué me afecta, yo no soy petrolero”, “deberían ponerse a trabajar”.

En las primeras líneas explicaba a qué se refería el título de este espacio de opinión, que espero no dejar en el olvido. Extinción. Se extingue la oportunidad de hacer un cambio, se muere con la indiferencia, la apatía, la incredulidad, la negación; se acaba con el desprecio de unos sectores hacia otros: el último estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) reveló que cerca del 40% de los mexicanos toleraría una limpieza social.

“Para algunos mexicanos la perfección misma estaba en el holocausto ecuménico.” Martré.

Materializar soluciones

Hace falta más que indignarse: hay que indignarse de verdad. No basta con generar tendencias en la red, hay que materializarlas. Aunque he de admitir, que cuando se escuchan personas como la de la anécdota o se observa la apatía que rodea  a tu entorno, las ganas se extinguen, pues nadie daría su vida, sus fuerzas, su integridad, por una nación “que no valía un cacahuate”.

Pero, vamos, que esto no es irreversible. Las leyes pueden volver a ser reformadas o derogadas. Al final, la soberanía reside en el pueblo y en él está, si deja reelegirse a los senadores (desde aquí, un ‘saludo’ a los 3 senadores de Veracruz que votaron sí a la #ReformaEnergética: @HectorYunes, @PepeYunes y @FYunesMarquez) que han dejado pasar las reformas y se permiten jugosos sueldos. Hay elecciones en 2015, pero sólo espero que en dos años no se le olvide al pueblo mexicano la traición de este día. Si el PRI vuelve a ser mayoría en dos años, si pueden más las tarjetas MONEX y las despensas con gorgojos, entonces se podría declarar extinta la capacidad de raciocinio del pueblo mexicano y habrá obtenido, para desgracia de todos sus habitantes, el maldito Gobierno que se viene mereciendo desde hace muchos años. Si tan sólo el pueblo entendiera que es él, el que tiene el poder, no estaría retrocediendo a un oscurantismo intelectual y, quizá, hasta literal: la luz, más cara; cuya última pregunta, despojada de toda esperanza   —cual puerta del averno— será: al final ¿quién apagará la luz?

Referencias

Martré, Gonzalo. (2002) “Los antiguos mexicanos a través de sus ruinas y vestigios”. En: Visiones periféricas. Link del cuento: http://axxon.com.ar/rev/159/c-159cuento12.htm

AMAI (2009) “Los niveles socioeconómicos y la distribución del gasto”. http://www.amai.org/NSE/NivelSocioeconomicoAMAI.pdf

Excélsior. (2013) “ONU: 49% toleraría la limpieza social”. http://www.excelsior.com.mx/nacional/2013/12/08/932596

Sigur Rós — () Untitled 6 – “Leap of Faith”

Algunos post atrás en este blog, había hecho un “reblog” de lo que es la «Vonlenska»: es un lenguaje sin sentido, es decir, sólo son sílabas pronunciadas sin estructura o significado alguno. La misma banda la definde como  «una forma de jerigonza que se ajusta a la música». En el álbum () de Sigur Rós, se incluyen ocho pistas llamadas «Untitled», a las cuales el escucha puede darles su propia interpretación de la letra y título, para luego escribirlo en las páginas en blanco del librito que viene con el disco. Volenska [De Von (esperanza) y –enska (terminación común para los lenguajes en el idioma islandés)] también es conocido como Hopelandic y si lo traducimos al español, tendríamos algo así como «Lenguaje de esperanza» o (si nos vamos a los extremos), pongámosle «Esperanzandés».

Jónsi calls Hopelandic ‘Vonlenska’.
‘Hopelandic’ is a play on ‘Icelandic’ (‘íslenska’),
but most languages in Icelandic end with ‘-enska’.
Therefore, ‘Vonlenska’ could easily
translate to ‘Hopeish’ or ‘Hopean’ etc.

http://alwaysontherun.net/sigur.htm#t3

Bien, este es el «Untitled 6 (E-Bow)» del disco () de Sigur Rós. La canción es hermosa y he hecho mi propia interpretación de ella. La he renombrado «Leap of Faith»

6. Leap of Faith

Peace fills my heart,
you make me be right with the world,
you are the sky my universe
and what is still beyond.

You say: I’m here
and I jump, if you do it.
Let the wind take us
until the end of the universe, together.

It’s time to believe
and dreaming.

Let the love run through your veins
and that nobody changes whatever you want to be
Stay in the way you imagine for you
because happiness is not in the end, you know?

Maybe you can not believe it yet
but I won’t release your hand this day
and those next from this…
You will see that happiness is real.

It’s time to believe
and dreaming.

It’s time to believe
and dreaming.

Because I love you.

And if you jump,
I do it.
But I’ll never leave you.

Metalera desde los siete

Theatre_of_Tragedy_promopictures_12

Ayer, platicando con mi mejor amiga acerca de bandas de metal y los próximos conciertos en México en el 2014, también hablamos de cómo y cuándo nos adentramos en este género.

La verdad es que tuve muchísima influencia de me hermano y fue él quien me presentó a las bandas que marcarían mi vida en diferentes etapas. Fue quien me inició.

korn

Aquellos buenos viejos tiempos.

Mi primer acercamiento con el metal fue a los siete años, con el ‘nu metal’ y su principal exponente: KoRn. En esos tiempos (1999) se estrenó el vídeo de «Falling awat from me», el primer sencillo del álbum número cuatro de la banda, Issues. Mi hermano ya conocía a la banda de un poco antes, desde «Freak on a leash» pero vimos juntos el nuevo vídeo de KoRn y eso, me marcó. De inmediato me gustó la banda con el rugir de las guitarras eléctricas de siete cuerdas, el característico bajo de ‘Fieldy’, esa batería seca y, por supuesto, la inigualable voz de Jonathan Davis. Debo recalcar que, antes de esa etapa, mi banda favorita eran The Cranberries.

Bien, a partir de ese entonces la música que escuchaba se componía principalmente de KoRn, Limp Bizkit, Deftones, Sistem of a Down, Metallica, Linkin Park, Slipknot, Papa Roach, Rammstein… por mencionar algunos. Y algo de folk metal, como Mago de Oz.

rose for the dead

Mi primera canción de metal gótico

Mi segunda incursión, ahora en el doom metal y el metal gótico y sinfónico, fue también gracias a mi hermano. Mejor dicho, gracias a una amiga de mi hermano que le prestó unos cd’s (aquellos buenos tiempos) con canciones de Theatre of Tragedy, Lacrimosa, Nightwish y Anabantha. Eso ocurrió cuando tenía doce. Y desde entonces y hasta el día de hoy, Theatre of Tragedy se convirtió en mi banda favorita, así como Lacrimosa. De esa manera me adentré en el mundo del metal gótico, del cual las primeras canciones que escuché fueron: «A rose for the dead» «Venus» «A distance there is», de Theatre of Tragedy; «Réquiem», «Alleine zu zweit», «Der morgen danach», de Lacrimosa; «Sleeping sun», «The Kingslayer», «Moondance», de Nightwish; y «Sangre», «Hojas secas» y «Sentido pésame», de Anabantha.

Con éstas cuatro bandas como pilares, pronto conocería a Therion, Tristania, Within Temptation, Lacuna Coil, HIM, Apocalyptica, Leave’s Eyes, Epica, Theatre des Vampires; y un poco más tarde a The Sins of thy Beloved, Sirenia, Darzamat, Stream of Passion, Delain, Sirenia, Xandria, Darkwell, Draconian, The Gathering, Tarja (cuando se volvió solista), Hada de Beng, Fortaleza, El Cuervo de Poe, Nostra Morte, entre otras bandas.

Pero regresando un poco a los dulces doce años, a partir de entonces fui encontrando por cuenta propia las bandas que definirían mis gustos musicales. También hay una etapa en la que uno es algo ‘cerrado’ y no escuchas más que tus géneros y nada más fuera de ellos. Por ejemplo, a los trece, escuchaba mucho black metal. Pero después superé esa etapa ‘cerrada’ y me abrí a diversos géneros, aunque casi siempre dentro del metal, hasta generar el criterio que hoy en día tengo: si una canción me gusta, da igual si es metal, clásica o ranchera, me gusta y la escucho sin culpas.

Hoy en día, a pesar de todo, puedo seguir diciendo que mi música favorita es el metal gótico. Lo escucho siempre: en el camino, en la universidad, trabajando, cuando voy a correr. Aunque ahora soy más diversa. En mi biblioteca musical figura el neoclásico, como Ashram; el post-rock, como Sigur Rós (otra de mis bandas favoritas); alternativa, como Coldplay, Juan Son, Muse, Artic Monkeys o Foster de People; progresivo, Dream Theater, por ejemplo; electrónica/trance/house como Armin Van Buuren, Basshunter o Zeromancer; y otras bandas como The Rasmus, Oasis, Keane, The Killers entre muchas otras.

Theatre of tragedy: un legado en el corazón.

Haciendo un poco de mención a Theatre of Tragedy, la número uno para mí, es una banda muy especial que me ha acompañado por casi 10 años. Ellos fueron los que más me llamaron la atención de aquel primer disco de metal gótico que me prestó mi hermano y por ellos me adentré en la escena. Sus canciones me acompañan cada día, de hecho, no hay uno en el que directa o indirectamente no escuche una de ellas.

Por ToT aprendí a tocar el piano: siempre quise tocar «A distance there is» hasta que lo logré. Por ToT me interesa Escandinavia y quisiera ir a Noruega, especialmente a la ciudad de Stavanger y, además de Alemania e Islandia, es otro de los países que siempre me interesaron. Incluso, uno de los recuerdo más lindos que tendré de la banda, es que a través del foro de la página oficial haya podido interactuar directamente con los miembros de la banda y que, incluso, le haya enviado por correo electrónico al baterista, Hein Frode Hansen, un fan vídeo de «Hollow» que realicé con unos compañeros de la universidad. Aún tengo los correos donde me contestaba, jejeje.

El último disco de Theater of Tragedy llegó cuando yo iniciaba la universidad (otoño de 2009) y me otorgó muchos buenos momentos, especialmente «Forever is the World», «Deadland», «Hollow», «Astray» o «Illusions». Unos meses después, en marzo de (2010), cuando yo estaba ya en el segundo semestre, anunciaron su retiro definitivo para el dos de octubre de ese año.

Una de las últimas fotos de la banda.

Recuerdo que cuando me enteré, me sentí algo triste, pero al mismo tiempo, feliz de haberlos conocido y del hecho de que su música siempre me acompañaría.

La primera vez que fui a Alemania conseguí el DVD de Last Curtain Call. La segunda vez que fui, me regalaron por mi cumpleaños el disco de Forever is the World, tour edition, una edición muy difícil de conseguir en México.

En éstos últimos —y algo difíciles— meses, escuchar «Forever is the World» siempre me salva, me reanima, me hace sonreir y me da esperanza.

Sólo el hombre acaba, pero el mundo, es para siempre.

Estoy muy orgullosa de lo que escucho. Estoy orgullosa de haber incursionado en el metal a los siete, porque la música es algo que también ha definido mi forma de ser y quien soy ahora, se lo debo en alguna proporción, a todas estas increíbles bandas.

Metal forever! Hell yeah!

Aquí el fan vídeo que realizamos para Theatre of Tragedy:

Cuando tu MAC estropeada se parece a tu vida, parte 1.

And if somebody hurts you, I wanna fight
But my hands been broken, one too many times
So I’ll use my voice, I’ll be so fucking rude
Words they always win, but I know I’ll lose

And I’d sing a song, that’d be just ours
But I sang ‘em all to another heart
And I wanna cry I wanna learn to love
But all my tears have been used up

On another love, another love
All my tears have been used up

Esta historia es real. Y pueden verla desde el punto de vista que quieran. Quizá logren identificar la analogía de la parte tecnológica con la vida, quizá sólo lo vean como un manual para reparar su MAC, quizá sólo vean una historia más…

Empecemos.

Dice la graciosa e ingeniosa frase que en el mundo hay 10 personas: las que entienden binario y las que no. La verdad es que hay más ¿no? pero las personas tienden a definirse bajo ciertos parámetros. En el mundo de los ordenadores también hay diferentes sistemas (como personas), ya saben, los de toda la vida como Windows, Macintosh o Linux, sólo por mencionar los más conocidos, y dentro de ellos, aún más versiones: que si XP, Vista, Leopard, Lion… ustedes lo saben.

Bueno, resulta que un jueves por la noche mi MAC se estropeó. Recién había actualizado de Snow Leopard a Mavericks, pero esa noche varios programas comenzaron a colgarse, algo que no sucedía antes, así que la apagué y al día siguiente no pude volver entrar al sistema. Prendía y dejaba cargando la pantalla blanca. Ni qué decir que ni siquiera podía entrar en el ‘modo seguro’. Así que la llevé al soporte técnico, en donde checaron el disco duro —el cual estaba bien— así que el problema había sido un error en la actualización a Mavericks. Y como no había hecho una copia de seguridad antes de la instalación, la ‘solución’ fue simple y drástica: reinstalar el SO.

No quería perder —no todos— mis archivos, aunque la idea de borrar ciertos archivos del pasado resultaba tentador. Hasta como si fuera destino ¿no? Era como en Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, sólo que en esta situación tenía la posibilidad de eliminar, para siempre, algunos recuerdos que de otra forma, no sería capaz de hacerlo.

El chico de sistema técnico, tras comprobar el funcionamiento de mi disco duro, procedió a bootear desde un disco externo, en el cual estaba instalada una versión de Mavericks. Entró con cuenta propia y todo y ahí, sí, ahí en el escritorio figuraba mi disco duro y ¡oh, sorpresa! se podía acceder a él y extraer archivos. Sólo que aquí la susodicha no traía, y hasta con suerte, más que una memoria de 8 gigas. Fue el momento de decidir qué salvar: la tesis, los archivos de movilidad de mi año académico en Alemania, archivos de mi facultad, mis libros y un par de carpetas de fotos de un viaje de mochilazo de julio de 2013. Aunque suene absurdo, es increíble cómo una parte de tu vida se reduce a 8 gigas. ¿Que por qué la vida? Bien, todo (TODO) lo que he hecho éstos últimos cuatro años estaba guardado ahí y sólo ahí: miles de fotos (e imagínense, siendo fotógrafa, 50 gigas eran sólo de fotos), vídeos, ideas, historias, poemas, frases, recuerdos; cosas que nunca serán, cosas que apenas están en proceso, cosas que había que guardar…

Digamos que hay usuarios Windows que a veces se aventuran al sistema de la manzana, y éste es bueno, de hecho, buenísimo. Aunque también tiene muchos detractores; o lo amas, o lo odias. Lo curioso es que, aún los que dicen no quererlo, dentro de sí desearían tener uno. Algunas personas son así, como las MAC: muy complejas por dentro, pero simples y hermosas por fuera; sin adornos, pero funcionales; a veces reacias a ciertas aplicaciones basura, pero sacan lo máximo de lo que tienen a su alcance; tiene sus lineamientos y formatos, pero acepta con gusto a los otros; hace sus propias ideas, no la que otros crean para ellos; son delicadas y, a su vez, fuertes; y aunque no sucumben a los males que otras personas sí, tampoco son infalibles. También se equivocan, cometen errores, se cansan, se ‘reinician’, dejan de funcionar en algunos aspectos… Nada ni nadie es perfecto.

Regresé a casa con la computadora apagada. Ese fin de semana debía estar fuera, así que tuve que dejar la solución para el lunes, pues en el servicio técnico me habían dicho que podía acudir a sacar más archivos.

Llega el lunes y me acompañaba una chica de intercambio muy amable, quien me prestaría su computadora y disco duro, si funcionaba, para guardar mis archivos. Tras una hora de hacer fila para pasar con el técnico, que ese día era otra persona, y tener que explicarle de nuevo cuál era el problema, me dio —con algo de mala gana— el disco duro externo para acceder al mío y me dijo: “Tienes hasta las dos de la tarde para sacar tus archivos y sólo la memoria de 16”. Esos 16 GB se demoraron horas y al final, terminé como antes: sin mucho que rescatar.

Pero, no me daría por vencida.

Y a esa idea me aferré, casi sin esperanza y sin saber cómo, pero sólo creyendo. Alguna vez atrás pedí a alguien que hiciera un ‘salto de fe’ por mí, aunque no lo hizo. Ahora yo debía efectuar lo que alguna vez había pedido y, en lugar de resignarme, seguí buscando formas de rescatar algo que, aunque una parte —cobarde— de mí quería perder, el corazón no me dejaba simplemente perder.

Yo soy como esa MAC. También tuve errores, también se modificaron en mí ciertos ‘archivos’ que ya no me dejaban continuar correctamente. Estaba llena de cosas que no necesitaba y me faltaban otras tantas. Pero era incondicional. Pero así, de la noche a la mañana, el sistema se corrompió, como a veces sucede con las personas, y las cosas dejaron de funcionar. Y el usuario, Windows aventurado en MAC, de todas las opciones eligió la más fácil: dejarlo. ¿Por qué? Realmente no sé. Supongo que miedo, incertidumbre. Supongo que creer que dejando ese sistema tan bueno, pero complicado, dejaría de tener dolores de cabeza, sin saber que no se le puede echar la culpa de la propia infelicidad y problemas a los demás: el único responsable es uno mismo y a donde vaya, con el sistema que sea y en cualquier plataforma, problemas siempre habrá y es su forma de manejarlos y solucionarlos lo que crea su propio estrés.

Y así, con ese veredicto, nos quedamos Altair (mi Mac Book blanca) y yo con el corazón —porque el sistema es como uno— corrupto, bloqueado y con ganas de borrar todo (si es que tan sólo eso fuera posible para nosotros) y volver a iniciar desde cero. Bien, ese habría sido nuestro destino. Pero como ya lo he dicho, no suelo tomar decisiones normales ni actuar como las personas comunes.

Entonces surgió una esperanza. Pero, eso ya se los contaré en el siguiente post.

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A esta primera parte le he colocado la canción de “Another love” de Tom Odell, porque expresa precisamente el sentir que he expresado en estas líneas.

De hecho, les dejo dos clips de la misma canción del canal de Odell, ambos están muy bien realizados y son geniales.