Sie ist wie sie ist.

Sie hat zwei Namen; ein Name ist fast nur für Freunden und Bekannten und der andere Name für die Familie. Sie hasst Gemüsen und das einzige Obst, das sie essen kann, wird sie krank. Sie träumt viel: von einer besten Welt, von vielen Romanen zu schreiben…

Ich soll sagen, sie ist auch -ein bisschen- verrückt. Als sie Kind war, hat sie gedacht, dass die Sternen die Tönen der Grillen machten…

Sie ist stark mit aller, aber sie ist wirklich emotional. Zum Beispiel, machmal weint sie mit den Films, natürlich, mit den guten Films. Sie ist auch Freak.

Sie hat gute Freunden, die sie mit den Fingers nummerieren kann, aber sie sind Personen, bei der sie alles tun würde. Aber manchmal hat sie Angst der Leute, weil sie manchmal verletzt worden ist.

Sie fragt sich oft, «was würde passieren, ob ich «normal» wäre?» Aber sie hat sich es vieles mal geantwortet und die Antwort schreckt sie.

Sie kann 15 Stunden schlafen oder 32 Stunden wach bleiben. Sie kann Espresso ohne Zucker trinken, vielleicht weil sie von innen sehr süß ist. Sie glaubt an «Nur die Leute, die sehr verrückt ist als für denken, dass sie die Welt ändern können, machen es!»

Ich soll eine letzte Sache sagen. Sie wiegt ca. 51 Kg. Aber jetzt wiegt sie 50,750 Kg. Warum? Also… Haben sie sich nie gefragt, wie viel es wiegt ein Herz?

Sie ist wie sie ist. Und sie ist glücklich… jetzt mehr als nie.

Ah… und jetzt auch ist sie nur für jemanden.

Domingo Alemán (und ein Paar Sachen mehr)

 

 

 

Domingo Alemán… Y un par de cosas más

Por: Vicereine

 

Paderborn amaneció bañada de sol. El cielo inmaculadamente azul, despejado, a lo mucho rayado por las estelas que dejan los aviones a su paso, pero que tras unos minutos desaparecen. Entonces Paderborn despierta lentamente y ahora es cuando me toca explicarles un domingo alemán…

Me he levantado tarde, primero que nada. De modo que a las 11 de la mañana moría de hambre. Mi primera intención fue ir al centro comercial que está cerca de aquí, quizá para comer una salchicha o en su defecto comprar huevos o algo y preparar mi comida, pues en casa tenía pan, queso y jamón pero ayer había cenado eso y hoy sólo quedaba una rebanada, así que de cena tendría que comer pan y queso y si tuviera huevos… otra vez pan, queso y huevos o huevos con jamón… y pan. (Sí, mi dieta está ahora basada en eso)

¡Pero el centro comercial estaba cerrado! En plan sin coches en el estacionamiento, todo apagado… Y es que aquí la gente no trabaja en domingo. Y de hecho, lo encuentro bien. Las horas que trabajan en la semana son realmente de trabajo. Nada de estar en facebook o platicando… no, horas eficientes de trabajo. Quizá, también, por eso trabajan hasta las 6 de la tarde. No es de extrañarse andar en el centro, en lunes y que los comercios empiecen a cerrar a las 6 o 7 pm. Una amiga de España y yo nos hacemos esa pregunta… Wohin gehen die Deutschen nach 6 Uhr? (¿A dónde van los alemanes después de las 6?) Todo un misterio… Supongo, a descansar. Porque aquí trabajo es trabajo, pero diversión es diversión.

Entonces, domingo por la mañana es día de ir a corer, de jugar fut, de ir a pasear en bicicleta con la familia. Es día de divertirse en el parque junto al río con los niños, de tiro con arco, pintura de caras, cubos de colores y para los más grandes, kayak en el río Pader.

Domingo también es día de fut. Bueno, los sábados igual. Puedes encontrar en los trenes a los fans que van hasta el estadio rival a apoyar a su equipo. Van bebiendo cervezas en el tren, en la estación, en el Straßebahn, en la calle… en el estadio casi no porque están los 90 minutos cantando porras. Eso sí, cuando cae el gol, llueve la cerveza. Literalmente.

Pero los fans que ven los partidos desde algún pub, van vestidos normales. Es decir, no llevan la camiseta del equipo… como lo haría yo. Pero ahí están, 7 alemanes reunidos en una mesa, comiendo pizza, pendientes de la pantalla y celebrando el gol con un único «Tor! sehr gut» y después, siguen viendo el juego tranquilamente. Claro en el estadio es otra cosa… y otra historia que ya luego os contaré con más detalle.

Regresando (mucho) a este domingo por la mañana, no tuve más remedio entonces que ir al Burger King cerca de la Universidad. Sólo tuve que cruzar un par de calles y ojo, aquí no se cruza la gente a media calle, bueno sí, pero es raro. Es decir, hay cada cierto tramo semáforos y semáforos peatonales, donde picas un botón verde, muy amable éste, que dice «bitte warten» (Espere, por favor) y luego te da una luz verde para que cruces sin problemas.

De lejos, creí que el restaurant de comida rápida estaba cerrado. Afortunadamente no era así y entonces entré y me dirigí a la caja a ordenar.

Aquí va otro paréntesis: la amabilidad. Siempre que voy a pagar ya sea en el supermercado, la librería, o cuando se te acercan los meseros, siempre te saludan con un cordial «Hallo». Y no es un Hallo seco, no, es uno melodioso, como si te conocieran o como si saludaras a un amigo por las mañanas «Hallo Violeta/ Hallo». Pido una Whooper y unas cosas empanizadas rellenas de queso y tocino (tenía mucha hambre) y, como en cualquier restaurant de comida rápida, te preguntan que si quieres no se qué más por sólo no se cuánto. Claro, aquí entendí que si quería mayonesa y capsut (te la cobran) que de cuántas piezas los bocadillos esos,»fünf oder acht?» «Ehm… fünf, bitte» (de 5 piezas) y bueno medio al azar dije «ja, nein, ja bitte, ja!» Nunca me preguntaron que si de coca la bebida pero me la dieron así, lo cual me dio gusto. «Me conocen», pensé. «Ah… Der Hamburger (Y no los de Hamburgo)… hmm… für tragen, bitte». Aclaro «tragen» es llevar, no «tragar». «Zu mitnehmen», me dijo la chica con una sonrisa. Correcto, bueno, ya aprendí el verbo correcto para pedir la comida para llevar.

Pagué y me hice a un lado esperando mi pedido. La cajera me dijo que las cosas esas con tocino tardarían un par de minutos, que si quería me sentara. Sorprendentemente entendí en automático. En partes, claro está «Die… bacon… minuten… willst… setzen» Ya un par de segundos, entendí la frase completa: «Die Bacon Cheese Roll dauert ein Paar Minuten mehr, willst du dich setzen?»

Efectivamente, un par de minutos después me dieron mi pedido y regresé al departamento a comer a gusto. El sol seguía resplandeciendo sobre Paderborn, sin embargo no quemaba, al contrario era un calor agradable. Era realmente cálido, como la gente.

Ahora que veo el ticket me doy cuenta que dije «sí» a eso de «por 2 € más papas y refresco grande» … Duh! Pero bueno, sorprendenetemente me comí todo, menos las papas grandes, que guardaré para la cena porque como hoy todo está cerrado, no tendré más remedio que cenar pan, queso y mi rebanada de jamón. Aunque hoy en la noche, habrá papas también.

Desde Paderborn, Alemania, con amor.

 

 

Pader-Wolf

Der Pader-Wolf

Es ist kalt außen und drinnen aber meistens, ich habe die Bestie außen. Ich soll mit meinen eigenen Bestien ins Zimmer kämpfen.

Ezequiel und Freyna sind nicht mehr hier… jetzt gibt es nur „wirkliche Leute“. Manchmal vermisse ich sie, andere mal mehr, ich bin froh an am Fenster nicht zu sehen, dass sie meine Dingen ergreifen.

Ein Jeder lebt für sich. Vielleicht niemand kann jetzt verstehen. Man soll suchen und warten wissen. Wie eine Zeitunganzeige. Endlich jemand wird kommen. Ohnehin das Fatum ist sehr lustig. Aber jetzt weiß ich, dass ich unbemerkt bleibe nicht. Nur solle ich die Augen zu halten, das beste Grinsen, und der innen «Hallo».

Etwas schlägt mein Fenster: die Bestie, die brüllt. Ihr Schrei schlägt das Glas auf. Ich will Vogel, Löwe oder Falter nicht sein. Ich will die Transformation des anderer nicht. Diese ist meine.

Ich öffne das Fenster, der Wolf kommt, dreht meine Haare, friert mich mit seinem Atem ein, aber er ist fötid nicht, sondern frisch wie die Minze. Ja! Das Wind riecht zu Minze. Das Rot, dass er im Rücken trägt es ist nicht Blut, es ist die Vision der Decken der Häuser. Er kommt mit mir, neben mich, beugt den Kopf und lasst sich anfassen.

Ich sehe wie er entfernt sich, aber die Wirklichkeit ist, dass er nie geht sich. Da war, ist und wird sein, irgendwo wo ich atme. Und mal, er wird aufbrüllen, damit ich ihn hineingehen lasse.

El Pader-Wolf

Hace frío afuera y adentro, pero al menos, tengo a la bestia afuera. Hay que lidiar con las propias en la habitación.

Ezequiel y Frenya no se han aparecido más por aquí… ahora sólo hay gente «real». A veces les hecho de menos, otra más, me alegro de ya no cacharlos tomando mis cosas a través del reflejo de la ventana.

Uno vive para sí. Quizá ahora nadie pueda entender. Hay que saber buscar y esperar; es como un anuncio de periódico. Al final, alguien tendrá que llegar. De todas formas el destino es muy gracioso. Al menos, ahora, sé que no pasa uno desapercibido. Simplemente hay que saber sostener la mirada, la mejor de las sonrisas, el «Hallo» interior.

Algo golpea mi ventana: es la bestia que ruge. Su aullido se choca contra el cristal. No quiero ser ave, ni león, ni mariposa. No quiero vivir la transformación de otro. Ésta es la mía.

Abro la ventana, el lobo entra, revuelve mis cabellos, me congela con su aliento pero no es fétido, sino fresco como la menta. !Sí¡ El aire huele a menta… Lo rojo que lleva en su lomo no es sangre, son las visiones de los techos de las casas. Se echa a mi lado, agacha la cabeza y se deje acariciar.

Veo cómo se aleja pero realmente nunca se va. Ahí estuvo, está y estará donde sea que respire, y de tanto en tanto, aullará para que le deje entrar.

Y la inspiración también nace de Paderborn

Cuando ya iba de regreso a mi habitación, que está del otro lado del campus, disfruté tanto el camino que incluso lo hice sin escuchar música. Raro en mi. Bueno, debo confesar que tampoco pude hacer mucho pues mi iPod estaba al fondo de la bolsa y llevaba leche, yoghurt y otras cosas deliciosas que nada más aquí puedo encontrar.

Y es que no son bebidas comunes. Digamos que… tienen un trasfondo sentimental. Como sea, hemos notado que a los Alemanes les gustan mucho las cosas dulces: basta con ver la cantidad de panes (mit Sahne, natürlich), mermeladas, bocadillos y estas deliciosas bebidas lácteas de todos los sabores, formas y tamaños.

La gente de fuera dice muchas cosas de ellos. Yo sólo os puedo decir que no puedes hablar de ellos hasta conocerlos. Es una nación hermosa, de gente eficiente y trabajadora, donde en los bancos las «cajas» son de trato personal, sin gruesos vidrios que los protejan. Aquí, la honestidad nos cuida a todos.

Una de las cosas que más he apreciado aquí es la experiencia de conocer a otras personas, no sólo de Alemania, sino de todo el mundo. Son diferentes por estar donde están, por haber logrado venir aquí y eso me hace sentir también como en una gran familia, una donde la superación está a la orden del día, donde el aprender es el camino que nos hemos trazado. Y también los alemanes que he conocido aquí son fantásticos, por supuesto.

Mi punto es que aún lo estoy procesando… Venir aquí siempre había sido mi sueño y hace rato que caminaba atravesando la Universidad de Paderborn supe que no había terminado de soñar, sino que apenas comenzaba. Un pequeño paso; el primero de muchos.

Curiosamente hoy en el curso de alemán hicimos un ejercicio de Lesenverstehen, cuyo tema eran los sueños. Me encontré leyendo la frase de «Träume nicht dein Leben, lebe deinen Traum!» que tengo grabada también en la parte posterior de mi Ipod…

¿Destino?

Aún no lo sé… Aún debo averiguar muchas cosas. Pero tengo un extraño sentimiento, algo así como si hubiera vuelto, tras largos 19 años de haber partido, a casa de nuevo.

Una persona que estoy llegando a apreciar de verdad me ha dicho que la inspiración sale en el momento adecuado; escribir no es a la fuerza. Suscribo por completo. Ahora dormía pero una incontrolable tos no me ha dejado descansar. No importa, aún así me iba a levantar pues esperaba las 12 de la noche para el cumpleaños auf jemand spezial.

Estar aquí me hace buscar ser mejor, como persona, como profesionista, como ciudadana. Conocer personas tan preparadas me motiva a también hacer lo mío, sacar la casta como diríamos en México. Siempre me pregunté dónde estaban, dónde estaban esas personas que ven más allá de lo banal, con quienes puedes tener una conversación inteligente o platicar de chucherías por igual, pero que siempre te hacen pensar. Bueno, les he encontrado. Y qué mejor, pues en esta torre de babel las ideas fluyen en alemán, español, francés, turco, inglés…

Ahora me dispongo a terminar mi Aufgabe. Ya escribiré más, se los debo a ustedes y me lo debo a mí, sólo que tenga el tiempo. No os preocupéis; así como el guía del tour nos ha mostrado hoy, la inspiración nace para mi como el río Pader lo hace desde el corazón de la ciudad.